miércoles, 11 de febrero de 2009

La mano dada

En ocasiones, se puede pensar que la acción de otra persona es una locura, cuentas todos sus movimientos, para intentar comprender cual es la causa para ello, en tu interior no estas de acuerdo. Nace el miedo, la sorpresa, incertidumbre, una paleta de temores.
Por lo general, expones ante sus ojos todas las dudas, imaginando la comprensión y lograr así, situar a la otra persona, en el lugar donde siempre la has visto, pretendes convencer haciéndole entender que es una equivocación.

Una, no repara, que ya tiene ese abanico de temores en su cuerpo, miles de preguntas fluyen sin obtener respuesta, la lógica junto con la normalidad, no es siempre la misma para todos, ni vale de igual manera. No es posible ir hacía atrás, ese camino ya andado no conlleva la satisfacción, uno ha de ir a ciegas ante lo desconocido y afrontar que le depara, aun cuando sea un disparate visto por todos.

Y es en este punto, cuando se debe ver el valor.
Lo fácil sería dejar todo igual, sin avance posible, sentimos la necesidad de proteger a la otra persona, sin darnos cuenta que esa protección es para nosotros mismos, simplemente uno debe levantar la cabeza, ver que tiene de especial esa demencia, y confiar. Dar la mano con la mirada cargada de comprensión. Por que la vida nos hace ir por senderos, en donde la racionalidad no es suficiente, no es valida.

Se ha de despedir ante la marcha, con un “adelante”, sabiendo que se estará allí cuando la otra persona lo necesite.

Gracias Ro

lunes, 2 de febrero de 2009

Cuando nos hierve la sangre


Introduzco lentamente el alquitrán y la nicotina en mis pulmones, siento como se expande por mi cuerpo, he intento calmar ese crepitar en mi sangre.

Mi mano lleva otra vez el cigarro a los labios, los tengo entreabiertos preparados para cerrar el hueco, mientras exhaló pienso en como me gustaría, callar esos murmullos, no cegarme en la molestia. Que todo quedara en palabras ínfimas, sin sentido alguno, lo siento pasar por mi garganta, pero un cigarro no basta.

Comienzo hacer dibujos con el humo y mis dedos van quitando su forma, quisiera dejar la mente en blanco. Mirar un punto lejano donde concentrarme. El martilleo constante de la ebullición no me deja, me va hipnotizando con su tintineo, una guerra interna se cierne en mí, mirando el resurgir de la llama, que se apaga en el momento que mi boca se separa de la boquilla.

Se pasa tan rápido, sin dejarme tregua, lo arrugo contra el cenicero, sin lograr disipar.

domingo, 18 de enero de 2009

Londres

Casi, casi tengo los billetes ya, y mi piel se eriza, cosquilleos en los lugares más insospechados aparecen, expectación por ver que me regala la ciudad.

Quisiera ser menos típica pero me parece una insensatez no serlo, después de todo cual loca que se precie, no desea su foto en la caseta del guardia real, que loba no ansía el olor a sangre en la ruta de nuestro primito Jack; bailar a la luz de la luna con la dama blanca Margaret Pomeroy, oler el rastro de Atrox, inclusive escuchar la risa de Ana Bolena en la Torre de Londres. Me tengo que conformar con estas leyendas y otras tantas, de esa ciudad. Y espero encontrar mi imaginación en la realidad. Pasearé buscando esa librería con la imagen de su librero Frank Doel y tantas cosas más.

Así pues soy típica extranjera visitando lugares concurridos y paseados por tantos otros antes que yo. Voy en busca de ese Londres de niebla, de misterio, de noches en el Valhaux, de caballeros y Lores. Voy a pasear por el medievo ver la catedral de Salisbury, hablaré entre murmullos con su historia. Escuchare a lo lejos el sonido de una gaita, y percibiré en la lejanía a los clanes reclamando, me vestiré con el tartán.

Shakespeare me arrancara suspiros entre soneto y soneto, Yeats acariciara el alma, Ash me traerá el sueño. Me voy a Londres y aun no me lo creo, voy por tantas cosas por descubrir. Por las cosquillas en las manos entrando en calor.

Por vida sin paz ni calma.

viernes, 2 de enero de 2009

La virgen en el jardín A. S. Byatt



La virgen en el jardín
A. S. Byatt



Alfaguara




«Una novela amplia, compleja, ambiciosa, llena de energía e ideas que nos hacen sentir más humanos.»
IRIS MURDOCH



El verano de 1953 se presenta cargado de buenos presagios: una joven monarca, Isabel II, ascenderá al trono en el Reino Unido y ninguno de sus súbditos puede sustraerse al fervor religioso que este acontecimiento les provoca. Para los habitantes de una pequeña localidad de Yorkshire y, en especial para la excéntrica familia Potter, serán días intensos, trágicos e inolvidables, de sentimientos encontrados y extrañas alianzas. La joven, tempestuosa e inefable Frederica, por su parte, comprenderá poco a poco que la literatura y el ingenio no pueden servir de escudo contra la fuerza de las pasiones. La virgen en el jardín es una novela imperecedera y deslumbrante en la que se entrelazan la erudición y la sexualidad, el drama y la comedia. A. S. Byatt teje un fascinante tapiz de relaciones familiares, amorosas y profesionales que nos desvelarán mucho más de nosotros mismos de lo que creíamos conocer.

La crítica ha dicho
«La comparación entre la escritura de George Eliot y la de Byatt ha sido frecuente y justamente utilizada. Las cuatro novelas del cuarteto de Frederica Potter son libros complejos, vívidos, morales y bastante masculinos, cuya celebración de la inteligencia y los fuertes sentimientos es profundamente estimulante.» Evening Standard


«Una novela ambiciosa cuya técnica narrativa hace gala de sabiduría e inteligencia. Times Literary Supplement


En otra entrada, comenté como me había traído este libro para casa, correr para la librería antes de abrir la tienda, preguntar por dos libros que deseaba tener, uno de Wilkie Collins, sí, mi adorado Wilkie y un libro traducido por una de mis mejores amigas. Erótico, sin comentarios… que al final me lo tengo que comprar, porque quiero que cierto caballero se lo lea, no para enseñarle sino para que me diga “nena esto se hace así, ven” y fuera de la broma-no broma, retomemos la seriedad y el hilo conductor.

Mirar con varias miradas todo los libros que puedas ver en una librería, es una tarea muy dura, pero por el rabillo del ojo, capte esa imagen tan conocida por mí, volví mi mirada hacía ese libro y ¡sorpresa! A.S. Byatt. Posiblemente sea fetichista con varios autores, posiblemente me deje llevar por mis sensaciones cuando los leo, más que por la objetividad, pero sí puedo decir con toda la cara dura que poseo, ¡qué buen gusto tengo!

Emocionada llegue a la tienda, inclusive hube de volver a la librería pues tenía manchas de tinta en bastantes páginas, mas para el medio día estaba en mi casa ya forrado y todo, como manda los buenos modales. Esa misma noche lo comencé a leer, ha sido una lectura con muchas paradas por causa del cansancio del trabajo, esto quiero dejarlo claro. Anoche cuando los ánimos no acompañan y una se siente frustrada de no ser buena compañía, busqué el amparo dentro de él, y por fin pude terminarlo, tengo que apuntar las últimas notas sobre el libro, aunque hoy deseo dejar constancia aquí, y mis notas guardarlas como algo privado, tal como siempre ha sido.


A. S. Byatt alcanza reconocimiento mundial por el éxito de su libro Posesión, con el que gana el Premio Booker en 1990 entre otros premios, pero antes ya tenía una vida literaria bien asentada, Sombra de un sol (1964), El juego (1967), La virgen en el jardín (1979), Naturaleza muerta (1985), llegando más tarde, Ángeles e insectos (1992), Los relatos de Matisse (1994) La torre de Babel (1996), El biógrafo de la historia (2000), La mujer que silba (2002), El libro negro de los cuentos (2006).

Hoy en día decir A. S. Byatt es hablar de la buena literatura de este momento, reconocida además por sus relatos cortos y cuentos. Su prosa es exquisita, la creación ambiental en cada libro, es como un lienzo, cada pincelada es una tonalidad distinta, con una capacidad innata de dejar al lector, sentado en el sillón con la certeza de saber que es una obra admirable. Sus personajes te atrapan, llevándote a sus miserias o sus grandezas, logrando en ese abanico totalitario, la identificación, el deseo, la comprensión.

La joven en el jardín pertenece a una tetralogía, en los que se incluye (Naturaleza muerta, La torre de Babel y La mujer que silba), es cierto que la editorial Emece sacó el último de ellos, pero hoy es un tanto difícil conseguirlo, confió en Alfaguara para los tres restantes, porque no quiero pensar en quedarme colgada, sin saber que ha pasado en el transcurso de sus vidas a lo largo de los años. Comparar este libro con sus otras obras, no es mi ideal, así que si me permitís lo dejaré a vuestro criterio.

El vínculo conductor de esta historia, es la soledad, vista desde distintas perspectivas, según los personajes, la búsqueda de sentirse aceptado o querido, los deseos intelectuales y carnales, la mirada crítica de lo requerido por la sociedad dentro de lo correcto e incorrecto.

Con un escenario completamente académico, la Escuela Blesford Ride, me hace recordar el ideal liberal del renacimiento, los libres pensadores, eso sí con una pátina de ese carácter inglés, tan metódico y correcto, en donde los sentimientos reales son camuflados por las apariencias. Una obra de teatro para homenajear la nueva coronación de la joven Reina Isabel II, en donde se plasma la historia de Isabel I de Inglaterra la Reina Virgen de los Tudores, entrelaza todos los acontecimientos, mientras los personajes, se vuelven ganadores o perdedores.

Con una magistral narración llena de inteligencia, en donde en ocasiones has de rendir tu propio homenaje a la misma autora, que va hilando poco a poco, una trama llena de esperanza, donde la sexualidad se resquebraja en su caparazón, las motivaciones y las hipocresías, se quedan definidas de tal manera, que no es posible decir, sí hay un personaje inferior por su carácter o hasta el débil es meritorio de la grandeza, dibuja la realidad de los hombres, sin la intención de juzgarlos, ni que lo sean por los lectores. Conocedora de la naturaleza humana, refleja en algunos casos lo que uno mismo no quiere ver, en su espejo particular, pero no por ello se hace menos maravilloso el poderlo, degustar letra por letra, ensimismada en la obra.
Simplemente no puedes alejarte de ellos, los tienes al lado del sofá, los acompañas y tú mismo estas en su obra, completamente subyugada.

Abre una exploración por todos los conductos posibles ante la soledad, rasga las ataduras para finalizar con una liberación. Comprendida o incomprendida pero liberación. No hay otra forma de poder dar final. Dejando el gusto en los labios esperando un reencuentro con los demás libros.

Hasta que ello ocurra, tendremos que conformarnos en releer sus obras, quien las tenga en casa.

Es poco conocida por los lectores españoles, así pues aquí alzo mi lanza por ella, por que simplemente para mi es la Dama. Le hacemos culto, quién sí tenemos el privilegio de leer sus libros y saber de ella.

¿Y vosotros cuánto vais a esperar? para quedaros inmersos en su grandeza de narración y lo exquisito de su escritura.

A. S. Byatt nació en Sheffield, Inglaterra, en 1936. Fue profesora de Historia del Arte y Literatura en la universidad de Londres. Estudió en el Newnham College de Cambridge, en el Bryn Mawr College de Pennsylvania y en el Somerville College de Oxford. Novelista y crítica británica. Formando parte de numerosos comités artísticos tales como los de asesor en la BBC y en 1990 recibió una condecoración del gobierno británico. Byatt ha publicado también estudios literarios sobre Iris Murdoch, Wordsworth y Coleridge, y ha llevado a cabo una edición de los ensayos de George Eliot.

jueves, 1 de enero de 2009

Feliz 2009


1º Uva – Por que todo lo bueno de este año que se va, sea lo malo de este Año que llega.

2º Uva – Por que la enfermedad que entre por la puerta salga por la ventana.

3º Uva – Por que la abundancia de la cartera, sino sea mucha sí lo suficiente para vivir dignamente.

4º Uva – Por que todo lo que pueda emprender sea finalizado con buen fin.

5º Uva – Por que todos los deseos, se cumpla en la mitad de lo deseado.

6º Uva – Por que las sonrisas no se vuelvan lágrimas y las lágrimas sean de felicidad no de pena.

7º Uva – Para que todos a los que quiero, obtengan todo lo bueno que yo pueda tener, y sino lo tengo, su disfrute será compartido por mí.

8º Uva – Para lograr una mente más lucida, más clara y con menos prejuicios.

9º Uva – Por el AMOR el que fue, el que es y el que será y que diablos por las buenas camas.

10º -­ Paciencia para calmar, el mal que se pueda hacer, perdón para aquel que yo pueda hacer.

11º Uva - Para que los pequeños detalles de una vida, no se dejen atrás.

12º Uva - Para lograr que todos dentro de lo posible tengan una vida.