viernes, 9 de mayo de 2008

Detalles.

Uno de los pequeños detalles de la vida, son aquellas cosas que hemos convertido sin darnos cuenta en un hábito adquirido. Hoy cuando el sol entra por mi ventana y comenzara a calentar en pocas horas, el recuerdo me lleva por los días grises del invierno o marrones anaranjados del otoño; recubierta de telas camino entre desconocidos hasta llegar a mi lugar de encuentro, una pequeña librería, de suelos enmoquetados rancios y deteriorados, estrecha un mostrador de mesa antigua que han malogrado por un ordenador y el constante “ping” de un Messenger, paredes recubiertas de estanterías donde el rey de la casa son esos libros, con cantos de distintas tonalidades, texturas que hacen cosquillear el alma, hojas de mil mundos distintos, donde por un momento solo existirá, el pequeño rumor de las páginas pasar. Respiro hondo el aroma entre viejo y nuevo, entre novedad y fondo se me hace una sinfonía digna de introducirla por mi corriente sanguínea. Atrás queda el clamor de los coches, el ruido banal de la vida retrocediendo ante la lluvia y yo me encuentro en la misma gloria tocando el cielo.

No hay comentarios: