viernes, 19 de diciembre de 2008

Esta noche quiero cenar…

Estaba yo cenando, para hacerme compañía tenía puesta la televisión, emocionada con mi arito de cebolla pensando “que rico, que rico” mas mi pulso tembló, el aro de cebolla se cayó al plato, y yo me quede en una postura un tanto ridícula, con la boca abierta, pensando “no me lo puedo creer”. Sí, esas subidas de temperatura que de vez en cuando tengo los fines de semana… Pasó el momento y seguí comiendo, pero ya es que cuando a los pocos minutos me sale otro anuncio, me plantee muy seriamente el terminar rápido la cena, con la premura de llamar a alguna de mis hermanas para sosegarme un poquito.

Mi suerte me acompañó, mi hermana no estaba pero si mi sobrina, y con ella estuve toda una hora charlando como una cotorra, he de reconocer que soy una mala tía, en mi mente solo había un tema “bello, bello, bello” y la coletilla “voglio, voglio, voglio” “desidero, desidero, desidero” ¿A qué viene tanto? Pues lo cierto, es un simple capricho culinario, en realidad era otra cosa lo que me hubiera gustado cenar hoy, como buena señora que pone su mesa, vamos por los platos, de entrante o cómo diría mi abuela “Regina, non dice bene” así pues a su memoria.

Antipasti



Y como una es muy comilona y siempre puede con más, aquí el plato fuerte, para dejarte saciada, no hay mejor noche que aquella que te duermes contenta.

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