sábado, 7 de junio de 2008

Mármol y bronce escultores


Hace años, en el 2000 las puertas del Museo de Bellas Artes de Sevilla abría sus puertas para las obras de Rodin, entre ellas se destacaban sin duda el Monumento de Victor Hugo llegada por primera vez a España y el Hombre que anda, hasta entonces nunca había sido expuesta para el público. Recuerdo como entramos Rubén y yo llenos de expectación, las horas volaban charlando y admirando mientras la indecisión se hacía hueco en nosotros, imposibilitándonos para decidir cual era la pieza más bella, aquella que nos tocaba el corazón, era un recorrer sala por sala con la sonrisa dibujada en el rostro y los ojos chispeantes, ir varias veces a cada obra expuesta, como si fuera posible el perdernos un detalle, intentando guardar dentro de nosotros el alma de Rodin. Indudablemente a lo largo de la vida los gustos varían según las vivencias o las apetencias de cada uno; pero yo tengo varias piezas en mí y nunca podrán ser sustituidas. Entre ellas una de Rodin.


El Beso

Esta escultura, estaba originalmente en de las “Puertas del Infierno” creada para ser la contrarréplica a las “Puertas del Paraíso” de Ghiberti, Rodin se inspiró en la Biblia, Las Flores del Mal de Baudelaire y La Divina Comedia de Dante, es aquí donde su genialidad nos reproduce los amantes dantescos, Paolo Malatesta y Francesca da Rímini.
Una historia muy triste, Francesca es casada por cuestiones políticas con Giovanni Malatesta, desgraciadamente se enamora del hermano de su marido; Paolo más joven que Giovanni y casado también. Los amantes viven un apasionado romance, es en uno de sus encuentros mientras leían ensimismados sobre el amor de Lancelot y Ginebra cuando son descubiertos, el perdón no cabe en tal deshonra, Giovanni les quita la vida en el acto. La obra de Rodin representa este instante, ya que la figura de Paolo lleva en su mano un libro.

En 1887 la obra es presentada como Francesca da Rímini, pero los críticos cambian el nombre ya que no lo ven adecuado y así nace tal como la conocemos hoy. Hay tres versiones de estos enamorados, la más conocida creada en mármol para el Gobierno Francés, la segunda fue encargada por Edward Perry Warren un coleccionista americano que vivía en Reino Unido, lo que no comprendo de este señor es por que dejó la obra en un granero durante toda una década, esta pieza tiene una desafortunada existencia hasta que años más tarde es comprada por la galeria Tate, la última versión sería para Carl Jacobsen y la expuso en gliptoteca de Copenhague. El Beso fue exhibido al público en 1898 en el Salón de París hoy lo podemos contemplar en el Museo Rodin de París.

El Beso, está lleno de dinamismo, capta ese instante fugaz un conjunto en la postura creando la idea de que el tiempo fluye, las vibraciones de la luz en el acabado les concede la fuerza y una personalidad logrando provocar al espectador la pasión de ese momento, capaz de enajenar la visión olvidando que son cuerpos de mármol y no reales, el “non finito” se siente patente en el cincel de Rodin. Por ello esta pieza siempre será admirada, reproducida de mil formas diferentes ya que todos deseamos ese instante.






Breve biografía

François Auguste René Rodin (París, 1840 - Meudon, 1917)

Nadie pone en duda el resurgir de la escultura a manos de Rodin, cuando estas artes estaban en un declive de muchos años, llegó este francés a revolucionar, otorgándole de nuevo la expresión personal e intensa.
Fueron unos comienzos difíciles, primeramente estudió el arte del dibujo y modelado en la Escuela de Artes Decorativas más tarde suspendería por tres veces el ingreso en la Escuela de Bellas Artes, por varios años trabajo como decorador y escayolista entre París y Bruselas.
Adquirió los conocimientos necesarios en estos años sobre anatomía, en 1875 viaja a Italia, dónde descubre el non finito de Miguel Ángel. Modelaba en yeso y barro que luego pasaba a mármol o bronce con un proceso de vaciado. Desde el comienzo estuvo bordeando los escándalos un claro ejemplo lo encontramos en la historia de su obra Hombre con la nariz rota en 1872 que en un principio fue rechazada y la Edad de Bronce de 1877 que presentó el Salon de los Champs-Élysées su primer gran éxito y acusada de ser modelada sacando moldes de un modelo vivo. Con la ayuda de amigos influyentes sale de esta lucha con la victoria en la mano y un reconocimiento acrecentando por la fama, como un artista más de la lista de los importantes de su tiempo en Francia. En 1880 le ofrecen el proyecto de su vida un encargo para el Museo de Artes Decorativas de París, Las puertas del Infierno, muchas de las figuras creadas en las puertas, se reprodujeron a mayor escala entre ellas El Beso, El hijo pródigo; Amor fugitivo; Soy Bella o El Pensador. Uno de los más celebres encargos fue Los Burgueses de Calais en 1884, donde dejó plasmado las distintas emociones en una situación limite como era la de los patriotas que se inmolaban para salvar su patria, en un principio este grupo de hombres debían ser admirados sin pedestal, pero no fue aceptada la idea.
Rodin posee dos líneas en su escultura, una decorativa y otra mucho más conocida por el público con la cual rompía todo lo estructurado por la academia, en esta línea podemos ver Monumento de Balzac en 1897. La primera exposición importante de la obra de Rodin fue en la Exposición Universal de 1900 en la cual presentó más de 150 piezas. Como escultor consagrado tuvo un gran taller, donde conoció a su discípula Camile Claudel. En 1917 Rodin se casa con su compañera de toda la vida, Rose Beuret, poco después fallece en Meudon el 18 de noviembre de 1917.

1 comentario:

Jezz Burning dijo...

Gracias por esta magnífica imagen. Es cierto que provoca la sensación de movimiento. Si observas esa petrea mano con atención, te encontrarás esperando a que se desplace para acariciar lentamente el costado femenino.
Una maravillosa obra de arte sin duda alguna.

Jezz