viernes, 27 de junio de 2008

Rostro pálido

Mayka siempre me lo dice, es un tostón prepararse cada mañana para ir al trabajo pensar que ropa te has de poner, complementos que utilizar en la semana y nadie vea un repetido en ti, eso sin contar con ir a la peluquería cada semana. Cuando vas de compras fijarte en que perfume te vale y cual no, en la colonia, maquillaje, todo. Es para un escaparate por que en definitiva tú representas a la empresa y debes dar lo mejor de ti.

Luego llegas agotada y vas a quitarte la máscara de potingues, ¡oh sorpresa no tienes crema hidratante ni algodón! Estas cosas tan intimas no se las puedes pedir a la vecina que tan buenamente te deja un poco de sal o azúcar.

Yo suelo quedarme mirando su rostro, me pregunto si de verdad va maquillada, reviso su ropa siempre al final me da pena mirarme. Suelo ir con todo el desastre de los huracanes, maquillarme eso me quita tiempo y además que diablos quién me va a mirar tanto la cara y la ropa, bien arregladita pero cómoda nada de tacones, o zapatos de puntera, vamos normal creo.

Es aquí cuando llega el problema, voy a una página de cosmético y no tengo ni idea de que es una base de maquillaje, tampoco puedo adivinar cual es el beneficio de una barra de labios de vitamina “k” o “b”. Tantas cosas se necesitan para estar a la altura del buen nombre de la empresa, el sueldo se va en dar ejemplo, por lo pronto deberías de tener una pequeña zapatería, y un ropero lleno de ropa para el trabajo, eso quiere decir que por cada día varias prendas y así sumando las semanas y los meses, lo dicho el sueldo en ser esa adorada maniquí detrás del cristal.

Hoy me toca a mi salir corriendo por un calzado apropiado para la falda con un color sin definir muy bien, buscar unos complementos, y marearme en la tienda sin saber que comprar de pinturas para volver a ser la india Siux de antes.
He reconocer que no hay nada como ser un rostro pálido.

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