domingo, 28 de diciembre de 2008

Mi regalo

En mi círculo de amistades, tengo uno especial. Con el que me encanta hablar de libros, escritores, lecturas compartidas intercambiando impresiones; estos días de tantas fiestas, comidas, familia y trabajo, apenas hemos tenido ese rato en el cual nos fumamos unos cigarritos, compartimos un café, nuestras pequeñas cosas o grandes según se mire y quién las mire, caldeándolas con uno o dos títulos nuevos.

Como hoy he podido salir antes del trabajo, he disfrutado ese momento, con la consecuencia de traer de vuelta, un alma inquieta, emocionada por sus palabras, y aquí estoy con el empeño en salir de ruta por las librerías. Todo es como en color de rosa, pero tiene su diablillo, ¡ya podría haber dicho antes! El momento no se ha dado hasta hoy, no por ello deja de importunar, el instante en que di mi lista de regalos de cumpleaños. Sí, yo suelo decir que quiero, así se dejan de quebraderos de cabeza que no valen para nada, pues nunca se acierta, exceptuando los que son necesarios, ¡esos vienen de lujo!

Con los libros tengo muchas debilidades, no me puedo resistir ni quiero. Una de ellas son los libros que hablan de otros libros, estos me hacen ir a investigar los no leídos, aumentando mi afán, inquietándome y muchas veces terminando su lectura con un suspiro. En esto soy como todas las mujeres o parte de ellas, y no me refiero a las novelas románticas, que también las leo, sino a esos libros que te entristece cerrar la última página, sean del género que sea dado. Por lo general huyo como la peste de los Best Sellers, y aún cuando en mi curiosidad por este medio, me he topado con esa palabra, no voy a correr esta vez, me atrae como un imán.

Regalar un libro en Navidad, reyes, cumpleaños, santos o cualquier día apetecible siempre es recibido con una sonrisa para todos los lectores, esos amantes de libros. Yo pensaba regalarme las Obras Completas de Oscar Wilde, un viajecito a la Macarena en esa pequeña tienda de segunda mano en donde lo vi, hace meses con la esperanza de la espera en él y me parece ver rondando la deslealtad…no será compartido después de todo será mi regalo de cumpleaños, ¡por que voy a escatimar gastos! ¿Qué la economía esta mala? Lo sé, pero por un libro, no se va a secar mi jardín, después de todo hay un proverbio árabe que me da la razón, "Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo."

Así pues en cuanto salga a mediados de Enero me lo traigo para casita, que hace mucho frío y aquí con sus hermanos y mi compañía se esta mucho mejor, que en una pila esperando ser manoseado.

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey

Mary Ann Schaffer

Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la segunda guerra mundial. La escritora Juliet Ashton encuentra la carta de un desconocido, un nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet. A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en el mundo de este hombre y sus amigos, que resulta ser un mundo maravillosamente excéntrico.
Esta novela ostenta una galería de personajes profundamente peculiares, todos amantes de la literatura, que intentan sobrellevar la ocupación nazi organizando reuniones de lectura sobre novelas clásicas, alrededor de un pastel de patata.

martes, 23 de diciembre de 2008

Y en el último trago, nos vamos


No hay nada como un tequila, un cigarro. La habitación se llena de sensaciones y secretos, arreglando la mitad de nuestra vida. Viva los poetas sin conocimiento. Que lo queremos mucho (por no conocer a Bokowski, claro es).
Y viva, viva Bukowski.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Esta noche quiero cenar…

Estaba yo cenando, para hacerme compañía tenía puesta la televisión, emocionada con mi arito de cebolla pensando “que rico, que rico” mas mi pulso tembló, el aro de cebolla se cayó al plato, y yo me quede en una postura un tanto ridícula, con la boca abierta, pensando “no me lo puedo creer”. Sí, esas subidas de temperatura que de vez en cuando tengo los fines de semana… Pasó el momento y seguí comiendo, pero ya es que cuando a los pocos minutos me sale otro anuncio, me plantee muy seriamente el terminar rápido la cena, con la premura de llamar a alguna de mis hermanas para sosegarme un poquito.

Mi suerte me acompañó, mi hermana no estaba pero si mi sobrina, y con ella estuve toda una hora charlando como una cotorra, he de reconocer que soy una mala tía, en mi mente solo había un tema “bello, bello, bello” y la coletilla “voglio, voglio, voglio” “desidero, desidero, desidero” ¿A qué viene tanto? Pues lo cierto, es un simple capricho culinario, en realidad era otra cosa lo que me hubiera gustado cenar hoy, como buena señora que pone su mesa, vamos por los platos, de entrante o cómo diría mi abuela “Regina, non dice bene” así pues a su memoria.

Antipasti



Y como una es muy comilona y siempre puede con más, aquí el plato fuerte, para dejarte saciada, no hay mejor noche que aquella que te duermes contenta.

martes, 16 de diciembre de 2008

Dímelo bajito

¿Tus pensamientos cuáles son? Dímelo bajito.

Sé que necesitas despojarme del alma. Posees la cualidad de dejar un cuerpo flácido, tierno, una sangre temblorosa sin fuerzas para luchar. Haces que la debilidad se aposente, logrando que un vocabulario soez se quede delirando en la piel. Creas del grito la risa para más tarde convertirlo en humedad, desesperación, agonía de no tener.

Culpable de cargos. Conocimiento depravado, guardando eternamente el tacto; aliento; piel; sabor. Mi olor. Sensatez que no ata y da la libertad, enajenación esclava, hambre de propiedad; indagando la forma de convertirse en lo único, lo imprescindible. Apropiándose indiscriminadamente la abnegación, elevando y castigando con el anhelo.

Pasado, presente y futuro. Intuitivo compañero de tinieblas sin límites, sin red, ni descanso en la imaginación, esa que no basta para llenar, no quita la sed, no colma. Murmullos de hierba, susurros de un río, madera abierta incandescente, noche silenciada por un suspiro, adormecida en una caricia, quejido de obtener.

Firma de sangre en dos, en donde la recriminación esta vedada. Pacto sellado en el tiempo. Choque de igualdades uniéndose en una. Cuan insignificante se queda todo comparado con la inmensa complacencia. Cuantas promesas rotas para renacer la nuestra.

¿Los tuyos cuáles son?, dímelo.

Ven, dame la mano y soñemos los dos. Cuando el sueño termine, yo sabré que pensamientos son. ¿Secretos?, yo los guardaré. Sonríes.

Ven, bajito te los contaré.

martes, 9 de diciembre de 2008

Una tarde en el cine



Ayer me fui al cine, nunca he pensado el poner entradas sobre las películas que veo, no me creo con el coeficiente cinéfilo suficiente para ello, simplemente me gusta el cine.

En algunas ocasiones hasta me compro un gran paquete de palomitas, según cual sea me apetece mucho, hacer como cuando era niña, golosinas que no falten, momento de teatros con gran pantalla, con sabor antiguo y no el descafeinado de hoy en día. Salas que parecen cajas de cerillas, pues lo importante no es ver una película, disfrutarla, es tener muchas salas y así sacar tajada.

Antes era costumbre ir dos o tres veces, claro ni yo estaba tan ocupada y mi compañera de cine no estaba casada, teníamos meses en los cuales nos encontrábamos en caso de no tener películas nuevas por ver, repetíamos aquellas que más nos habían gustado, eso sí, siempre a la sesión golfa, sino ya era un pastón, incluíamos hasta las cenas. Era una gozada el que llegara el viernes noche y decir ¿cuál vemos?

Ir a ver Crepúsculo era cosa sabida, vamos si te compras todos los libros y luego no vas a ver la película, es para tirarte del cabello, en el caso de que te haya gustado su lectura, así que toca ir, no como una adolescente el día de su estreno y si un día donde puedas pasar desapercibida sin tanto pircing.

Y allí estaba yo, con mi gran cubo de palomitas, mi chocolatina, agua y un paraguas de regalo, ¿Por qué no lo olvide en la butaca? Eso me estoy preguntando ahora mismo, por que más feo no puede ser, pero como se dice, los regalos hay que agradecerlos, con lo supersticiosa que soy, mejor en casa aun cuando no lo use, no voy a ir por toda Sevilla con el logotipo de Coca-Cola Cines Sur, una puede ser de todo menos masoquista… vale soy masoquista pero no de esa forma.

Eso sí los asientos en el centro y como llegamos a su hora, ya había personas adelantadas y sentadas, ya se podrían algunos levantar un poquito y no quedarse como un monigote, cuando una pide permiso para pasar por delante de ellos. No que va, aquí hemos de ser “papa patas largas” y dar zancadas por sus piernas con el consabido pensamiento de “que no les pise, que no les pise”, una vez comenzada la película, tengo que soportar al novio de la chica, dándole besos, no digo que este mal “chiqui si eres cariñoso ¡olé tú! Pero digo yo, no hay lugares más adecuados para darse el lote, no estamos ya en los años cuarenta. Muy bien dejo que se den el morreo una, dos, tres, cuatro, pero que este todo el rato, quejándose por que el señor que a mi me ha dejado patidifusa, le parezca gilipollas, pues no, por hay no paso. Comienzo a gruñir, mi prima comienza por hacer ruiditos con el vaso vacío, y yo a gruñir más alto. ¿Codazos yo? Ninguno, yo me se comportar muy bien en una sala de cine, cuando no me caigo por las escaleras claro, o pierdo un zapato.

Mi amiga Laura ya se quiere comprar la banda sonora, mi prima que fue quién me acompaño ayer igual, y yo si tengo que ser sincera a modo de pecado, achacare mi poco recuerdo sobre ella, al entusiasmo que viví, en plena adolescencia febril madura. Me quede literalmente babeando por un Vampiro, ¿se puede ser Loba y quedarte incrustada en la butaca por algo tan contrario a ti? Sí, la respuesta soy yo y en cima rubio, ¡no me gustan los rubios! Pero allí me quede con la sonrisa de pánfila y las hormonas revueltas por un personaje ficticio por completo, por que cuidado no es el actor, es el personaje, ¡que tiene huevos! Y con unos cuantos años menos que tú, bueno esto es un decir, por que claro, siendo vampiro es mayor, en fin dejemos esta paranoia total, por que no sé por donde puedo salir.

Definitivamente salí con ganas de más, es como cuando te quedas a medias en una cama, de muy mal gusto y necesitas, más, más y más. Cierto me hubiera encantado que uno de ellos existiera de verdad y tener esa cosa pegada a mi cuello, a dulce fantasía. Después de todo mis Lobas no me lo consentirían por lo tanto he de buscarme un hombre lobo. Este moreno por favor, morenito he y sin pelo en el pecho.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Recuerdos: la dulce venganza una tragedia en tres actos

En mi casa, aparte de buenos muebles de caoba, lienzos y consolas isabelinas, lo que más abundaba eran libros, los teníamos por toda la casa, en la sala de estar o “salita”. Mi padre tenía una librería que ostentaba toda una pared, es inevitable, sentirse afligida al recordar y ver que ya no están.

Los cinco cafres, teníamos la literatura enganchada en nuestras venas desde el nacimiento, por lo tanto era lógico que creáramos club de lecturas, no había género prohibido ni escritor maldito. Aún hoy seguimos con una técnica parecida, si alguno de mis hermanos les gusta un libro, acto seguido estamos nosotras tres con él o viceversa, pero en aquella época, hasta hacíamos apuestas, pero nada de apostarse cromos o golosinas, cenas o cosas de esas, no, ni mucho menos.

Sentimos un gusto por el dinero inaudito lo adoramos, y es lo que nos jugábamos.


Para que apostar chorradas, las apuestas se hacen a lo grande o no se hacen.
Todo comenzó por un libro de mi hermana Ro “Arenas movedizas” una media mañana estaba muy entusiasmada leyendo el libro, al entrar yo en la salita, comenzó ha hablar de él y yo me quede mirando su rostro, le pregunté quienes eran los protagonistas y sus personalidades y le dije vale, fulanito es el malo asesino. Se rió de mí en toda mi cara, y continuó con su libro; creo que aun anda por casa, igual algún día voy a ver sino se lo llevo del cajón del tocadiscos.

Al llegar la noche estaba muy enfadada conmigo, indignada, mi hermano J le preguntó que pasaba y ella le relato con sus palabras, lo ocurrido y mi poca sensibilidad a contar el final de un libro, que lo más seguro es que yo hubiera hecho trampa, pues era imposible saber sino se sabía el final. Vamos que me acusaba de haberle pillado el librito en cuestión, mientras ella estaba no sé donde, leer un poco y hacerme la chula delante de todos, es que mis hermanos son mal pensados no lo pueden remediar.

Se le ilumino la cara, era todo un poema, la bombilla con la idea mágica para poder sacar más dinero de lo habitual, era como ver a Al maquinado para no pagar hacienda, me dijo “te apuesto mil pesetas que no adivinas el asesino de un libro de Agatha Christie” el muy cretino pensaba que me podía ganar, y desplumar a la enanilla. Creamos las normas, no se me permitía tocar el libro hasta que lo leyera delante de ellos o mejor dicho uno debía quedarse siempre mientras yo estuviera leyendo, y solo hasta el capítulo tercero, si para entonces no daba con el nombre del asesino, le pagaría a él las mil pesetas, naturalmente los demás entraron al trapo y se acumuló un bote de cinco mil pesetas. En aquel entonces ¡era todo un dinero! no como ahora la mierda de los euros.

Por turnos se fue pasando el libro, hasta llegar a mí que era la última en cuestión y todos vigilantes de que yo no posara mis horrendas manos en él, no me preguntéis por que les daba por pensar que yo “la niña chiquitina” hacía trampas como una descosía.

Lo cierto es que no recuerdo bien cual fue el primero ni los siguientes libros de Agatha Christie, pero les iba desplumando a los pobres incautos que no se lo podían creer, pero llego la hora de su venganza, es decir “Tragedia en tres actos”.
Me toco pagar, estuve desde la mañana sentada en la mecedora roja, cada vez que tenía un sospechoso, se me iba al traste, ya no me importaba el tercer capítulo (que en este no había) con las consecuencias de haber perdido la apuesta, era mi enorme EGO y es que el orgullo estaba herido de muerte.

Escuchaba a lo lejos una risita de ultratumba, pensé inclusive que era el espíritu de Agatha vengándose de igual manera que mis hermanos, fantasía febril y un tremendo rebote pillado, naturalmente no escucho las voces de los muertos, y mucho menos iba a venir esa santa señora a mi casa a reírse.

Al terminar de leer, mire su nombre y me dije vale me has vencido, fui al cuarto saque el dinero de la hucha y pague. Me he llevado años sin leer otro libro de ella, y eso que estaban todos en casa era una de las colecciones. Fue ya cuando pasaba una temporada en Nerja cuando mi hermano A volvió a traer sus libros, y como yo me pasaba las noches en vela no tenía escapatoria, aun sigo sin leer “Tragedia en tres actos” no me hace falta lo mantengo en mi mente como el primer día.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Diciembre, mes de los mil diablos.

La bella estampa de lugares manchados de nieve, un espectacular frío, logra que todos tengamos esa nariz roja, el ir murmurando los villancicos, buscando regalos, las calles iluminadas con bombillas de colores, el repique de campanas, las buenas intenciones, el consumismo metido en vena, regateo para llegar a fin de mes. Las palabras de felicidad compartida, la familia junta. Todo esto y mucho más es el mes de Diciembre.

Muchos hay que se calzan el disfraz de dicha, el sentimiento de amabilidad goza en todos los cuerpos y casi, casi, es perfecto.

Si no fuera, por ese vaivén angustioso, esa atracción de feria, que te lleva al infinito para dejarte caer en el vacío, con la infinita certeza de que odias estas fiestas.
Volverás a marcarte el rostro con la paleta de la alegría, mientras por dentro clame la amargura, el llanto, desaliento, convirtiéndote en un ser inanimado, donde los hilos de la marioneta no los manejes tu, la algarabía generalizada, del volver a encontrarse.

En cada rincón estarán, como siempre, en cada esquina, de la casa, de la calle, donde una vaya, no hay escondite para ello no se puede huir ni en el olvido, los verás y querrás tocar, andarás buscando sus voces lejanas, sus risas, su mirar. Es otro año más, no está ese regalo, no hay alimento que te conforte, ni abrazos que te llenen, faltan tres.

Artefacto de subidas y bajadas, sin tocar el cielo te engullen en el infierno, ¿cuánto tarda en pasar treinta y un días? Un mes que se hace años.

martes, 25 de noviembre de 2008

Gerardo Diego


El otoño es para mi un instante de color, quizás muchos pensarán “esta mujer esta equivocada, la explosión de color es primavera”, para muchos será así quién soy yo para meterme en la paleta de color de cada cuál, la mía es Otoño, aun cuando con el frío se me pelan las manos, y mi pies se quedan congelados esperando los días con menos grados. Una de mis particularidades es la pasión que siento por la poesía, y esta es una de mis preferidas, me encantaría ser esa mujer, “Mujer cultivadora de semillas y auroras” “Mujer en donde nacen las abejas que fabrican las horas”

Aquí Gerardo Diego deja plasmado esa sensación de la que hablo es inmejorable e insuperable su modo, así que me voy a callar la boquita y dejar de teclear los dedos, os pongo la poesía en cuestión.
Otoño

Mujer densa de horas
y amarilla de frutos
como el sol del ayer

El reloj de los vientos te vio florecer
cuando en su jaula antigua
se arrancaba las plumas el terco atardecer

El reloj de los vientos
despertador de pájaros pascuales
que ha dado la vuelta al mundo
y hace juegos de agua en los advientos

De tus ojos la arena fluye en un río estéril

Y tantas mariposas distraídas
han fallecido en tu mirada
que las estrellas ya no alumbran nada

Mujer cultivadora
de semillas y auroras

Mujer en donde nacen las abejas
que fabrican las horas

Mujer puntual como la luna llena

Abre tu cabellera
origen de los vientos
que vacía y sin muebles mi colmena te espera.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Artículo Mortis

Saludos cordiales, podéis sentaros con tranquilidad, hoy es un tema para reflexionar en lo mas hondo, ¿estáis preparados, para ello? Bien, pero antes levantaos un momento id hacia un espejo, miraros bien, mirad en los ojos, sacar esa alma polvorienta del recuerdo, ¿ya la veis?

Sí, pues buscar desde la tierna infancia, a ese amigo/a que tanto queríais, y tantos como hubo, ¿ya lo alcanzasteis en ese torbellino?, bien, -sonrío-, ahora volved a sentaros. Fijaros en vuestras manos y ponerle a vuestros dedos los nombres de aquellos que aun tenéis como amigo/a, esos que por el camino no se perdieron, aquellos, que no se marcharon por otro pasillo, aquel que no se fue, porque no era oportunista, ese que estuvo en lo bueno y en lo malo, como en un matrimonio, ¿los veis?. El que os dio de comer y os aguantó la borrachera antes de llegar a casa para que nadie os dijese nada por ello, sí, vais captándolo. Fijaros más y alzar la voz, haced como si lo llamaríais, ¿Tanto tiempo hace que no os veis? ¿Cómo es posible si es el amigo/a del alma? Y se puede saber a que esperáis, coged el teléfono y llamad, que la tapa de lasaña no se agrie de tanto esperar, en el caso, claro está, que tengáis varios dedos con nombres, de esos que tienen una raza especial llamados amigos.

Es difícil verdad, porque fulanito/a era gracioso, pero a la hora de las malas mareas se perdía con facilidad, y menganito/a —sonríes irónicamente—, ¡ese si que era todo un amigo/a ¡cuanto dinero le debo aun!, de la cena de la rubia o él rubio, que me aproveche, ¿y donde estará?, a ver, se caso con la morenaza ésa o el morenazo, que era un/a plasta, pobre chico/a, que será de él/ella, estará divorciado/a ya; claro no me extraña. Una gran sonrisa eleva vuestro rostro, ¿verdad? Que tiempos, que vida, que recuerdos. Muchos si, pero de todos, me queréis decir, de una vez, quien queda en pie, a quién llamáis cuando al niño le han de sacar las vegetaciones. De todos los que habéis nombrado, ¿quien en verdad esta entre los dedos de la mano?

¿Qué os pasa? ¿Por qué tanta sorpresa?, -sonrío-, claro ahora comprendo, vosotros mirabais las dos manos, y una ya se cerro, ¿no? Bueno a todos nos pasa, no vamos a ser los únicos y vosotros los privilegiados, que en esto de la amistad, en el olvido y en el no puedo, todos somos iguales en definitiva. Unos dejados, vagos que solo queremos la comodidad del sofá, la cama y el cigarrito al despertar, ¿para que preocuparnos de si a nuestro amigo/a del alma, le hace falta algo?

Otra vez esas miradas hacia mi persona, tan mal usadas, veamos señores, que a mi no se me debe nada, y, tanto como deber, tampoco a esos que tanto llamáis amigos, pero que si no se de ti, no me preocupo. Y así la vida pasa mejor, por que los amigos en realidad, después de la universidad, no sirven para nada que no sea ir de ligue cuando no esta la mujer o el marido, total quien quiere aguantar al plasta de mengano/a contando sus problemas conyugales, y con los pesaditos que son sus cuatro revoltijitos de niños. ¡Vamos por Dios!, que mejor me voy con el conserje a tomarme unas birras que seguro cuenta unos chistes que luego los puedo contar yo para quedar mejor en la fiesta de mi jefe.

Bien -sonrío-, ahora decid en que mano pensáis, que os pueden estar llamando...

martes, 18 de noviembre de 2008

El librero de nuestras noches lobunas

Hace un par de noches, estábamos todas reunidas en el Yahoo, me hablaron de las risas y las buenas conversaciones con sus temas, echadas después de que yo me fuera la noche anterior, lo corriente como buena amiga de la pregunta fue ¿y de qué? Y todas albaron un blog que habían encontrado.

Me pasaron el link, comencé a leer sin hacer caso a las charlas, primero pase por el artículo sobre la novela romántica y sus títulos con sus correspondientes portadas, menos mal que ahora mismo no tengo vecinos, sería de muy mala educación despertarlos con mi risa, luego fui curioseando un poco más, intrigada, con expectativas, fue un flechazo.

Su forma de expresarse, en “Barro” el sabor dejado al finalizarlo, como los buenos vinos, a pesar de que las estadísticas digan que los españoles no sabemos de vinos...

Podemos encontrar muchos blog por Internet inclusive el mío propio, algunos nos hacen pararnos e introducirnos en ellos, se hacen viejos conocidos, indiscutiblemente no atinamos a saber cual es la causa de ello, pero en ese momento de vuelta al PC con esos minutos para ti dando por terminado el día, lo abres de nuevo y comienzas a leer justo por donde lo dejaste.

Quizás este dando una imagen de cursilería en rosa fucsia, nada más lejos de mi persona, ni esto es una justificación del por que me gusta algo y no otra, es una explicación sin audiencia.

Anoche cuando de nuevo todas las Lobas nos encontrábamos después de la cena, resurgió el tema, nos apodamos el fans de club del blog, literaturatorcida.blogia.com, yo que soy demás inquieta sugerí el poderlo agregar a los blog’s de amigos, a todas les gustó la idea y finalmente como soy la que las empuja y ellas a mí, le pedí permiso al autor, pues no me gusta ser una desvergonzada, aún cuando sea una libertina perdida, hay que mantener la buena fachada.

Heme aquí yo, dispuesta para añadirlo y que así pase de blog a blog como es nuestra regla, he de decir que Sofia, sin que ella supiera nada mandó un correo, hablándonos de él, ¿casualidades de la vida? O las cosas bien hechas…
No es por que seamos unas locas de la novela, que lo somos, más bien es por que nos gusta las cosas bien escritas sean del género literario que sea. Y este señor tiene la letra muy bien puesta.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Las Lobas

El fin de semana no hubo cama redonda, muy a pesar de Pilar, en cambio sí asistió la bata de Guatiné, las bolas chinas, un consolador de penas de 30 cm. y la cuchara de Cuca. Por que mis Niñas llegaron como manada a Sevilla.

Como toda historia tiene un comienzo, se iba cerrando la tarde, el clima estaba con esa humedad tan típica de mi ciudad y ese frescor simpatizando con tus huesos, las luces de la calle, las voces inconcretas de conversaciones sin sentido se escuchaban como murmullos, los transeúntes pasaban mirando los escaparates de las tiendas y recaían en mi presencia por estar fumando delante de uno de ellos, entraba y salía de la tienda con la impregnación a buena piel y cuero, respiraba hondo e intentaba no ponerme más histérica. Salía para clavar la mirada en ese estrello carril intentando ver un taxi que no llegaba.
Retomaba la entrada de la tienda para ver si todo estaba perfecto como si fuera un trabajo a presentar, me miraba entre los tantos espejos que tengo por ella, para verificar si el maquillaje estaba intacto y contaba los minutos según iban pasando las canciones de esa emisora que me aburre, todo ello pensando también en él Valladolid, que debería de estar pasando por la tienda para verme en fin una no puede dejar de fantasear con el sexo opuesto por mucha que sea la espera de tú encantadora amiga, esa que no aparece…

Ya cuando pensaba en todo lo malo por haber, un taxi casi se pasa la calle, mi instinto me dijo es ella, y efectivamente allí estaba Laura con sus grandes ojos cristalinos verdosos y su sonrisa en la cara, “mi canija por fin estaba en esta santa Tierra” ¡no te quise llamar desde la estación para darte una sorpresa! Y yo mientras comiéndome las uñas pensando en varias posibilidades, una que no llego a tiempo de coger el tren otra que se ha puesto mala a última hora y no viene o la más tremendista, que se puso mala en él y ha tenido que volver para Madrid. ¡Que ingrata son las amigas cuando les entra el telele de acordarse de Isabel Gemio!

Indiscutiblemente salimos a cenar, pero antes de tener esas charlas manteleras de cuadritos, ambas nos metimos a curiosear por el Vip’s y claro Laura no se pudo resistir a incitarme a comprar un Dvd, que supuestamente íbamos a ver esa misma noche. Por muchas amistades peligrosas, caímos después del paseo como osas en letargo. Pasó esa noche de poder reírnos de contar todo aquello que nos había quedado en el tintero de la media naranja, esa mañana tarde nos reuniríamos con todas, eso de no tener días libres te cae como una mala cama y no miro de quién y con quién.

Llego Maite, mi jefa y una clienta…Maite para ir las tres juntas con su marido, esta palabra es la primera vez que la escribo y ciertamente ya puedo usarla con todas las letras, que para ello firmaron el susodicho papelito acreditativo de ello. Allí estábamos caminando o volando por la Avenida de la Constitución pues no hay lugar más cómodo para quedar con mucha gente como en la puerta de Correos.

En resumidas cuentas no me perdí el primer contacto con la jauría de lobas, por que seamos claros hay muchos animales por el mundo, pero nosotras somos LOBAS, nada de lobitas, que puede haber algún gracioso pensando tal infamia, ni otros animales tan ínfimos y poca cosa.
Abrazos, contorsiones de mil demonios para acaparar a todas, miradas esperanzadas, con secretos y silencios, sonrisas de tantas conversaciones en ellas, ¡no lloré! Llevaba maquillaje, y el rimmel queda con poco señorío surcando por las mejillas, y nadie duda que yo sea una gran señora.

II Jornadas de Novela Romántica

Desde hace dos años en mi ciudad, se están celebrando las Jornadas de Novela Romántica. Quién forma toda esta locura, son tal como los visionarios de la Catedral si no conocéis la leyenda os la agrego “Hagamos una Iglesia que los que la vieren labrada nos tomen por locos”. Por qué hago este símil para poder llegar a explicaros como con la audacia de Eva y Christer de Heartmaker con Pepe de la Rosa de La Máquina China. Junto a todas las colaboraciones de las Web’s de novela romántica hacen posible este evento. Este año en el Centro Cívico de la Casa de la Sirena en la Alameda de Hércules.

Unas jornadas que logran tener cada año más audiencia, más voz, aún cuando las editoriales fuertes no quieran estar en cuerpo, exceptuando las dichas con anterioridad y Esencia.

Es simplemente de locos lograr que más de treinta personas, se acomoden con toda la confianza del mundo, también he de aclarar que la gran mayoría, nos vemos todos los días en el foro de Autoras en la Sombra. Sí, soy sombra y eso hace que la confianza de asco.

Se hace un coloquio, con los temas que las lectoras deciden y las inquieta más o les gustaría saber más, van invitados de todos los ámbitos referentes a la novela romántica y se ven distintas visiones, se aprenden de todas, pero sobre todo una vez en la calle hacemos amistad, desde luego no es sí te he visto no me acuerdo.
Movilizar a un grupo tan grande tiene su gracia, algunas nos hemos perdido para tomar ese café, pero a la hora de la comida o cena éramos como las almas rastreadoras de buenos olores.

Hoy hace una semana de todo ello y aquí poco a poco quisiera dejar constancia de mí parecer y mis sentimientos, en este respecto intentaré ser objetiva al cien por cien, no dejarme llevar por las emociones, bueno he dicho “intento”, no que lo consiga. Han pasado los días donde mis amigas se marcharon en un taxi para retomar sus aviones, trenes y volver a sus casas. Puedo decir que estoy calmada, la tristeza va menguando, con esto me basta para ser lo borde y fría que soy por lo general.
Así pues, demos paso a las Jornadas de Novela Romántica en Sevilla.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Nostalgia

Hoy es una de esas mañanas al despertar sientes un algo y no sabes que es, llevo unos días algo intranquila como si mi mundo mental me llevara por unos caminos, muy viejos y gastados. Intento calmar la ansiedad crecida buscando e investigando, cuando lo que más hago es enfurecerme, quisiera traer un retazo de la infancia, loca e insensata como si eso fuera posible, busqué por los fondos de las alfombras raídas y polvorientas, sin darme cuenta de lo que hacía, dibujando esos libros ya olvidados de nuevo en mis pupilas, y es que camine por la aventura.

Abrí los cajones de la nostalgia, esperanzada de que me esperaran, como sí el retorno fuera sabido mucho antes de que mi mente lo pensara, buscando esos nombres guardados celosamente por los años. Vi el silencio plasmado, como si el recuerdo sólo estuviera dentro mí y no en los demás, caminé por mil páginas para no encontrar nada, tan fácil es dejar atrás aquellos que nos acompañaron, acaso perdimos la intrepidez en el camino de la madurez, para apartar de un latigazo lo que antaño sentimos.

Cuantas noches mis pestañas cayeron al compás de una canción de piratas, en esa isla perdida, cuantas otras no me batí en combate contra las orlas del rey usurpador en el bosque de Sherwood, salí de viaje al mundo en una apuesta, fui a la caza de una ballena, a las ordenes de un capitán gravemente herido en el orgullo; recuerdo cuando devolvimos las plumas y la cobardía se marcho como el viento, la valentía patente en la búsqueda de una mina salomónica. Sonrió al recordar el deseo de ser esa judía salvada de la hoguera por el sajón, la caza de los tigres de malasia, esa selva tan llena de misterios donde crecer entre lobos era posible, escapadas con un disfraz y una flor inglesa como escudo, la amistad por los años de tres compañeros, y ese personaje cómico con esa nariz y el florete en la mano, por él comencé mi pasión por las armas. El primer amor literario por un Conde y tantos más, cuántos hay para poder recrear este simple papel en algo mágico, recuerdos.

Sí, recuerdos y nostalgia mía.

Y así pase estos días deambulando y buscándolos, roce con mi mano mi tomo de Sabatini, selle mis labios en Dumas, recobre los rostros de Hope, Conrad, Stevenson, Doyle, Steinbeck, Defoe, supe de sus sueños, de sus risas de sus aventuras y las volví a compartir, hoy son tan mías como el primer día, compañeros de tantos pasos por la vida, caminos, encrucijadas de mil trampas, una vez mas en este momento llegan, y lo percibo lo acepto y me enlazo a él.
No hay nada comparable con los sentidos nada de lo que ellos no logran hacer, y es que me fui con Rafael y me hablo de una máscara veneciana, vi en un rincón a Emilio y me prometió un corsario, escribí a Alexander para traerme de nuevo a un Conde, volví a ceñir la espada en mi cintura, el estilete en mi manga, y ancle mis pies en un barco bucanero, salgo de nuevo hacia la aventura, el mas puro sentir de la vida…

Y no creáis que no sea cierto, pues hoy, me levantó Rafael que traía a mí cama, esa máscara veneciana…y mañana, mañana ya os diré donde me lleva el viento que mis velas ya están levantadas.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Loreena Mckennitt, sí o sí.


Faltan cinco minutos para que la tienda de disco se abra debo salir de casa ya. Sigo con la duda existencial de cuál de ambos me traeré de vuelta y es que Loreena saca un nuevo disco de Navidad uno sencillo y otro especial con Dvd y otras cositas, cuál encontraré en la tienda, con cuál dormiré esta noche. Estoy emocionada.



Bien he de decir que no lo encontré y no por falta de ganas, sino más bien por que la tienda en cuestión estaba cerrada, hacía semanas habían puesto toda la mercancía al 50% para liquidarla, como es normal en mí no me enteré hasta hoy. Qué hace cerrar una pequeña tienda de música que lleva cincuenta años abierta, el top manta o la crisis económica, las bajadas por los diversos servidores de descargas o el aburrimiento de que la música sea siempre una cuestión en último lugar para muchos. Yo recuerdo cuando era un regalo clásico el regalar el disco, o cd más adelante, cuando pedir para reyes un reproductor de cd era lo normal, pero hoy en día con los mp4 y sus largas listas de otros productos, hacen que una pequeña tienda de barrio cierre sus puertas para siempre. Es una pena para mí ya que ir para el centro a encontrar los grandes almacenes no es tan cómodo como dar un salto de cama, pero así es la vida, las pequeñas empresas con sus múltiples sabores se van perdiendo, ¿quién recuerda ya lo que era un colmado?...en unos años cuando mis nietos tengan la edad para comprar música ¿cómo la comprarán? ¿Qué habrán olvidado o que no conocerán?
A subir al centro se ha dicho…

martes, 28 de octubre de 2008

Un café

El aroma me llega desde la cocina, café humeante, oscuro y fuerte, retener el gusto en mi lengua y paredes, entre la caída del agua, la música de la oreja sonando analizando con otro de los sentidos, placeres para este armatoste que llamamos cuerpo. Es una de esas tardes en que no te apetece volver al trabajo, cobijarte en la mesa camilla con alguna película de Austen o un buen libro, dormitar un poco para luego regañarte por perder las horas del día, coger el teléfono y marcar ese número el cual hace mucho que no te cuenta nada. Sí, es un día para hacer el vago, mientras sigues degustando ese café por tus papilas gustativas, cabe la posibilidad de ir por senderos más filosóficos y pensar en el significado de la vida, hacer quimeras de fantasía esperando el encuentro con tus amigas, esas conversaciones de las cuales llevas la batuta, situaciones, risas, lágrimas en la despedida salpicadas de besos y abrazos, hasta la espera de un próximo año.

Puedes quedarte en el sofá mientras alza el vuelo convirtiéndose en caballo Quijotesco, depositándote en esa ciudad llena de matices para ti, sin poder ir nunca, recortes de la existencia, pasear por sus calles viejas, estrechas, con ese olor a humedad llenando tus pulmones y corriente sanguínea, susurros que te cuentan su historia, de siglos de personas tal como tú que antes pasearon y sintieron de igual manera. Pero el tic-tac de ese reloj te reclama tu vida no es viajar, ni poder pensar en la existencialidad, has de volver al trabajo olvidarte por un momento en todo lo que puede llegar cuando ellas estén junto a ti, es no buscar razones por donde perderte.

El tic-tac acecha para recordarte del café terminado, del movimiento y no el quedarte sin hacer, es el rugido con el cual cada día te pones en pie. Hoy es uno de los días en el cual tengo tantas cosas por decir aún cuando sean superficiales, pero no hay tiempo, el veloz minutero se aproxima para mi hora de cerrar la puerta de mi casa, tic-tac.

domingo, 12 de octubre de 2008

Cajones, papeles amarillentos

Es curioso lo que esconden los cajones, la cantidad de papeles con frases inconcretas al no tener todo el contenido del por que se escribió, teléfonos sin un rostro, recortes de periódicos amarillentos, cuadernillos con sentimientos, desinflados por el tiempo, facturas, flores secas, contratos con tu firma deteriorada.

Parte de ti o puede qué de aquella que existió y ya no es, razones para mirar atrás con una emergente sonrisa, calida mirada de la añoranza, rasgaduras en el empeño de recordar todo lo olvidado ya. Una mira por la ventana y ves la lluvia caer, esa luz entre gris y amarillenta, el clamor de los coches al pasar rechinando con el agua, entra sin querer en tu cerebro, es otro mundo; rozas con las puntas de los dedos esas hojas marchitas y no encuentras la razón de por que has abierto ese cajón.

Deberías de ir a por una bolsa y hacer limpieza, dejar espacio para los papeles nuevos, las emociones por llegar, imposible una sigue abriendo con la curiosidad insana de ser otra persona, fisgando en un viejo mueble de otra vida. Las pupilas se dilatan esa nota ese mensaje, comienza a tener forma en tu mente, imagen difuminada se hace concreta. Esos ojos, esa boca con su sonrisa y la risa, sus manos su forma de caminar, todo llega para darte una patada en las entrañas, sus palabras escritas “Te debo una cena, llámame o te llamo” su nombre su voz en el teléfono.

Ese cajón con sus cosas guardadas te enfurece, te molesta ese pequeño trozo de papel escrito y guardado, cierras el cajón con él dentro para abrirlo otra vez y tener parte del ayer, ya no hay lluvia ni coches lejanos que pasan por la calle, sólo queda la ingrata sensación de que llegas quince años tarde, para esa cena.
Será otro día cuando hagas la limpieza.

sábado, 11 de octubre de 2008

Parnassós

Hace mucho que no escribo nada, la razón es bien simple esas capas cordobesas tiradas por el suelo, sin saber que se puede plasmar en una hoja en blanco, sin tener la fuerza de exteriorizar el intimismo de una misma.

Saturación o engranaje en donde las piezas por fin van encajando y no hay lugar para la palabra, sí para el encogimiento de hombros y la espalda en la cama. Esa sensación de cerilla quemada por ambos lados, bosque crujiendo ante la tempestad. El caso es que no fue por algún problema, sólo es ese lapsus de soledad que se empeña en meterse bajo tu nombre para formar tu piel.

Encadenada en la gruta Coriciana descansando en ese sueño en el cual la realidad se entrelazaba, veía como una mujer buscaba un libro encontrando otro de igual tesoro, en donde uno de sus actores favoritos fallecía, la inminente llegada de sus amigas pero ella no podía alzar la voz ni la pluma, guiada por el soniquete de la flauta de otro díos que no era Morfeo.

Quizás haya vuelto, esté de nuevo sentada sin necesidad de siesta pagana, igual estoy para quedarme, para contar y volver de revés mi alma o puede que aún guarde ese silencio. Quizás.

sábado, 16 de agosto de 2008

Olimpiadas mis deportes

Todos los que me conocen saben que mi pasión por los deportes es bastante fuerte según cuales sean, puedo gritar como una posesa en la final de Roland Garros y sueño con ir a las instalaciones a verlas, cruzo los dedos las cinco últimas vueltas de cada carrera de GP siempre y cuando Valentino Rossi este primero, para que no se caiga o no lo adelanten y llegue victorioso, en el fútbol me raspo la garganta, pego saltos del sofá cuando no se logra el gol, ya sea en los de la selección española o en mis equipos personales, también cuando hay una competición de esgrima. Por lo general estos son mis deportes favoritos hasta el momento, hace muchos años en Málaga conocí a cierto jugador de Baloncesto…me aficione por varios meses, sin dudarlo pero después de mi vuelta a Sevilla para mí el Baloncesto era simplemente uno de los deportes que le gustan a mi hermano.

Con los Juegos Olímpicos de Pekín, me levanto todas las mañanas muy temprano para ver lo poco que puedo de ellos, y sigo con pasión roja todo lo relacionado con los deportistas españoles, esto no es muy extraño seguramente en nada me diferencio de mis vecinos, sólo en que cada vez que hay un partido de Baloncesto y puedo verlo en casa tranquila, los nervios se me suben grito farfullo y veo la magia en ese deporte, cuando hacen una canasta. Sí hoy nos han barrido pero nos volveremos a ver las caras seguramente y todo puede cambiar la próxima vez. Sin duda me quedo con estas palabras de Pau Gasol.

Gracias a ellos, a todos los que llevan la camiseta Española en las Olimpiadas, tengan medallas o diplomas de nuevo las gracias de esta aficionada que los sigue.

domingo, 10 de agosto de 2008

Deseo

Me preguntó ¿Cuánto me deseas?

Hasta que se apague la pasión, cuando no hayan escollos de lumbre para renacer, en el momento en que el recuerdo, deje de sentir y mi cuerpo de atormentarse.

No podía negarle, con cuanta vehemencia insistió, callar en algo tan evidente sería como admitir que Roma no se incendió. Buscando en cada rincón para crear sus ansias en mí, sus fantasías en mis sueños, delirios en ardor, necesidad. Pretendiendo engañar haciéndose el vencido para ganar, trampas camufladas por atajos, conquista y dominación de la mente, persuadir a la piel condenando con el aliento.

Baluarte asediado sin descanso, exigencia rasgada donde la piedra se vuelve arena, escuchando el clamor del sometimiento, lucha intransigente odiando y anhelando confrontación con uno mismo, vagando con el pensamiento por la posibilidad de no verse rendido, arrojando mil palabras sin que se las lleve el viento, grabadas quedan a fuego lento.

Dolor cuando el pensamiento no se hace realidad, los minutos se alargan como si fueran cadenas, parado el tiempo cosido ante el fulgor, malabarismos para volver a encontrarse.
Buscando salidas; pasado con recuerdos esperando la llegada del final, esa marcha que parte en dos, recorriendo la imitación del sentimiento, arañando al momento antes de la despedida, añorando el encuentro del mañana.

¿Cuánto me deseas?

El tiempo, pasa depositando en mí sus largas y espesas noches, donde los parpados se van cerrando con la danza, una respiración entrecortada, juegos de telaraña.

El espejo

Esta hoja en blanco me hace pensar en muchas cosas, demasiados temas en mí mente removiéndose sin parar, no siempre se consigue decir algo concreto. Las ideas están, pero no es posible plasmarlas con la conjunción de vocales y consonantes.

Es curioso puesto que mi opinión sobre momentos de la vida, es la misma no se pueden explicar, no se pueden unir; suelo decir que la vida es reconstruir cristales rotos, diablos y cuando se pierden cachitos de ellos que hacer, pierdes parte de tu alma si es que la posees.
Muchas veces, se piensa “que divino era mi pasado” “ojalá volviera a él” lo malo esa rueda del tiempo nunca marcha hacia atrás, y una se ha de conformar con el presente gustoso o no, es lo que hay, podrán decir ¿y el futuro? Reconocido como ese castillo de arena donde llega la marea y no queda nada, cuando se piensa que es el momento ya no es futuro, algo tan esperado que nunca se alcanza.

Las estaciones pasan por la vida y de repente ves una extraña reflejada en el espejo, no logras reconocer, el cabello veteado, ni esa mirada curtida en batallas, desconoces si esta vencida o triunfal, si logró lo ansiado o si habla de soledad.

El suspiro dado con anterioridad por ese caminar primerizo se convierte en una carga pasada, uno llega a preguntarse ¿qué hizo en su vida? Es aquí cuando el significado de ese espacio venidero toma forma, estiras el brazo como si fuera posible alcanzarlo con la mano, para luego agotado por el esfuerzo caes en la cuenta de vivir ese momento.

Nos hemos pasado la vida recordando el comienzo, buscando el final dónde las promesas quedarían todas cumplidas olvidando el instante.

Memorizar esos pequeños detalles del día a día, sensación de cursilería, ¿quién se para en al calle para admirar esos pequeños detalles? Qué de tanto verlos se vuelven invisibles, tomamos aprecio hacía lo perdido o lo esperado, no hacía lo que hay en nuestra vida, lo extrañaremos como animales que somos cuando volvamos a no tenerlo, así sucesivamente.
Las cosas sencillas son de risa, lo material es lo afirmante para una persona y las horas pasan la rueda camina, cuantas cosas bellas nos perderemos cuáles te quiero no diremos, qué daño no haremos.

Cuando llegue el último suspiro, miraremos atrás para volver a encontrarnos con ese extraño en el espejo. ¿Qué nos dirá la mirada, qué nos contará los surcos de su cara?

domingo, 3 de agosto de 2008

Helados para la calor



Muy cierto, con 45º y una salida por los pueblos hasta llegar a Castilleja de la Cuesta, sólo se puede hacer para tomar una gran copa de helado.
Ayer mi prima Maite me llama para tentarme “tengo un botella de Lambrusco en la nevera y un pack de películas de Bárbara Carlant te quiero en casa para la sesión maratoniana”.


Si ayer me pude morder los puños hoy cuando me llama para decirme voy para la casa y nos vamos a por una copa de helado, no encontré excusa posible aquí no entra la susodicha “estoy a dieta” cosa muy verdad, con estas calores y un domingo por la tarde no se puede hacer otra cosa que buscar refugio en algún local dónde el aire no este estropeado y no salir de allí hasta que sea la hora de cierre.



La ola de calor que llega es para dejarte sin dormir y sobre todo de acordarte de todos los parientes que puedan haber quedado en el Sahara, noches y días como estos es cuando yo extraño no haber sido del Polo, con lo fresquito que se ha de estar con tanto hielo, pues no señores no tan fresquitos y mucho menos tan contentos por que nos estamos cargando con este dichoso clima los hielos y eso es otra de las cosas para no dormir, ¡que diablos cuesta tener un poco de precaución y cuidar el medio ambiente! No mucho pero el hombre como animal que es Egoísta hasta el máximo “pues que más da si la Tierra se escacharra total yo no voy a estar vivo” si señor quieres que te ponga en la vía del tren con todo mi amor.



En fin no quiero divagar para decir que ahora me toca no cenar, me he comido de una sentada una copa de helado que me ha sentado como la misma gloria a mi persona y no tanto a mi estómago acostumbrado a lechuguita. Ahora se me van las pocas horas del domingo que poco me ha sabido y mañana será otro día caluroso a toda mecha y yo con un ventilador en el trabajo.




Belleza simplemente




Esta foto en realidad era para las Sicilianas pero, luego más tarde pensé en que se merecía un lugar para ella, como siempre hago pedí permiso a su dueño y muy amablemente me lo concedió.
No es el paisaje de la isla, ni uno de sus días celebres, sólo es una calle estrecha con sus sombras y sus luces, me gusto. De todas las que vi para esa entrada está fue la que me hipnotizo tiene un encanto especial, ese aroma o sabor tan conocido por mí.


Quizás sea una parte de mi visión ante la fotografía pues yo cuando voy con mi cámara intento captar todo lo que ella me ofrece, no soy de las fotógrafas típicas por lo tanto no busco las cosas normales a las que todos nos agrada ver, siento predilección por los lugares solitarios que van contando una historia y esta calle me la susurra al oído.

Gracias de nuevo, a Pasqualino Marchese.

sábado, 2 de agosto de 2008

Hace falta más que una llamada

La amistad es algo bastante complicado, no siempre es simple y fluida, sobre todo cuando vienen en una bolsa adyacentes los amigos de.

Son ganas de hacer más difícil las cosas, tú supuesto amigo se piensa que puede reunir a todos sus amigos y que todos nos llevaremos bien, estaremos como en Navidad con los mejores deseos, cosa nada real, pues hay visiones muy distintas de ver la vida en donde no siempre estarás de acuerdo o no te agradarán, pero en su imaginación todo es como el país de nunca jamás, yo no tengo complejo de campanilla.

Muchas veces no es comprendida bien esa parcela de tus amistades no tienen por que ser las mías, el único punto en común es justamente esa otra persona por lo general eso no es suficiente. Naturalmente lo es para ciertos momentos en los que te tomas una copa o cenas, sonríes hablas de cosas generalizadas sin profundidades personales para volver a tu casa al rato.

El ser amigo requiere de un amplio abanico y facetas, se puede tener grandes amistades y querer a esas personas, sin la necesidad de verlas todos los días cuando no las tienes en tu ciudad, verlas es algo complicado acudes al piticlín y al MSN, la confianza, el compañerismo se cuida y alimenta ya no solo con un pasado en común, la unión la confianza crece según estrechas los lazos. Otras veces si necesitas ver a esos amigos al menos una vez cada mes si cohabitan en la misma ciudad es lo mínimo, no vale la excusa de estar muy ocupado, siempre hay cinco minutos para ver a una persona tomando café, por mucho teléfono por medio cuando se dan excusas de tiempo, es que no hay ganas verdaderas para pasar un momento de tu vida con esa otra persona.

Y ya cuando osas levantar la voz para decir mira no me agrada cierta amistad tuya y no estoy a gusto cuando salimos con ella, cometes uno de los pecados capitales, a parte de ello son fabulaciones tuyas y no vives en la realidad, pues esa otra persona es genial y tu una cotilla de cuidado que no ves lo simpática que es, por mucho que no te conteste ni te hable cuando le preguntas algo y solo hablé contigo cuando no ve otra escapatoria.

¿Una salida con amigos debe ser algo memorable o solo un sufrimiento? Pues se pretende que tu hagas de tripas corazón te quedes callada con tus insinuaciones y con coacciones a tu amigo, ¿tan malo es salir un rato sin tener que rejuntar a personas que no se agradan y que hacen todo lo posible por hacértelo saber? Si debe de ser un infierno pues de que tienes celos de esa persona a otras etiquetas no te las quita nadie, y digo yo ¿celos? De una persona que solo esta en un año en contacto por teléfono, cuando vive a quince minutos de tu casa, celos de que se tengan otras amistades, es que acaso se le ocurre que es tu único amigo, cuando a los demás si los ves, ya estés estudiando, viva en otra ciudad o trabajando.

Coaccionar a otra persona por no desear pasar un rato con una de sus amistades, de verás se puede utilizar esa palabra, cuando tu supuesto amigo dice no pongo la mano ni por ti ni por ella, “olé tus huevos macho” pero a mi me dices que no vivo en la realidad cuando te digo que me amarga la noche con sus insinuaciones y como tu no lo ves yo tengo que joderme vivita y coleando para aparentar estar genial saliendo contigo y tus amigos, acaso eso no es ser hipócrita, por que la educación es otra cosa y se da en las primeras citas, para que luego me vengan con el dicho de “yo si raciocinio tu no”.

Me pregunto si eso es uno de los pliegues de la amistad pero por más que intento convencerme no lo veo así.

Para mi la amistad es otra cosa, es ir cuidando poco a poco algo bello que tienes esa cosa compartida no se trata de que uno haga y el otro se deje hacer se debe compaginar entre los dos si no es el caso, en ocasiones la puedes perder y en otras no hay huracán, tiempo ni distancia que te pueda quitar ese tesoro.
No hay necesidad de dar excusas, ni de quedar bien delante de nadie, ser bueno o malo, se te ha de aceptar tal y como eres y tú aceptar a los demás tal y como son, no hay virtudes que admirar se deben ver los errores y querer por ellos por las flaquezas pues esas son las que nos hacen especiales, para mi esa es la amistad, igual no veo a mi mejor amiga durante un año o más pero cuando le veo es como, al día siguiente de la última vez. Pero sobre todo respetar su parcela y quererla simplemente por ser ella misma.

domingo, 20 de julio de 2008

Las Sicilianas

Todo comenzó hace muchos años, un barco y la llegada de una familia a un puerto de la Bahía.

Dicen que la sangre es espesa, por mucho renegado siempre se une, aún cuando no lo quieras. Un mismo idioma sin palabras, gestos, miradas, conversaciones mudas, eso es “la mía familia” aroma de Sicilia emergiendo por piel. Hoy sólo queda unas fotos y su nombre. Las mujeres de la familia la recuerdan sin cesar y es que todas somos parte de ella, la tierra del Etna pesa bajo nuestros pies, nada importa la distancia ni las diferencias del tiempo, brota su fuego dentro para engullirnos en pasiones, desenfrenos, tradiciones.

Sentimientos viscerales en ocasiones incomprendidos por quién no es llevado por la sangre y es que el Honor no siempre significa lo mismo.

La vida se hace diferente un amalgama de fuerza de genialidades, donde la mujer es la reina y el hombre su brazo ejecutor, la palabra ley, la unión todo; alzo la mirada para contemplar a mí familia, a lo lejos escucho la tarantella, una brisa roza mi rostro y no es el viento, es la Isla reclamando un cuerpo.

Navegante de vida, pescador de alma.

Los fines de semana: Almudena Grandes

Llevo un año esperando el verano, ¡mi adorada estación estival!, no, naturalmente no es por ir a la playa, rebozar mi cuerpo con cremas contra los rayos ultravioletas y marcarme la piel con otra tonalidad, ni por que los días sean más largos, sinceramente mi estación es Otoño pero en verano es cuando me puedo permitir leer a mis anchas y después de todo un año sin apenas leer ansiaba estos meses para apaciguar mi alma torturada.

Me emocione de tal manera que hice mi lista de libros con otros más de cabeza para pasar estos días tan calidos de mí Sevilla la bella, pero el destino siempre está jugando su baraja de cartas está marcada y siempre gana el muy cretino. Así que sólo tengo los fines de semana para poder leer, el sábado estoy tan cansada que apenas pego ojo por la noche y el domingo tiene muy pocas horas.

Ahora mismo tengo tres libros abiertos, mi cuaderno de anotaciones de mis impresiones, mis ganas amortiguadas por el cansancio y un tanto de dejadez para uno en especial, no lo tengo en mano así que cuesta más en leer, pero puedo afirmar que he terminado uno y me llego Kafka en la orilla.
Estuve leyendo las primeras páginas, me esta agradando y sorprendiendo pero lo he dejado un momento para leer a Collins, ya que mis amigas están haciendo mini-club de lectura y yo no puedo ser menos aún que no pueda decir hasta el sábado próximo.

El que me comí el fin de semana pasado y me supo a gloria fue Modelos de mujer de Almudena Grandes, no voy a repetirme con mi sentimiento hacía los cuentos, sólo decir olé.
Mi cuento favorito es sin duda alguna “El vocabulario de balcones” quizás por que yo comparto un balcón y sé que se ve desde allí, pero descubrí otros cuentos en los cuales sentimientos afloran por que forman sin tu saberlo parte de tu vida, acarician heridas, sentimientos, pensamientos, acciones o esperanzas.

Toda mujer con esos kilos impuestos por la madre naturaleza o más bien por el gusto de comer bien, debe hacer dieta ha de mejorar muchas veces no para ella misma sino con la presunción de gustar a una persona especial, como si las carnes fueran todo lo que los demás ven en uno mismo, y por lo tanto a causa de ellas no “estas bien vista para la sociedad” y sin duda alguna “no mereces al hombre del cual estas enamorada”, una mujer envuelta en su carne jugosa no es lo que hoy en día desean de ver y tener para abrir la ventana del amor, prefieren huesos de pollo y con esto no digo que cada cual no tenga el derecho para demandar lo que le gusta, pero por favor un poco más de variedad en la dieta amorosa no esta de más y puede ser muy satisfactoria. Por esta razón "Malena, una vida hervida" me revolvió por dentro, esperas que el amor de tu vida, ese que piensas se fije en ti cuando estés estupenda, nunca te paras a pensar si merece la pena esa otra persona, me encantó el final la comida, amor y sexo esa es la receta de la vida, no una simple dieta, no el pasar hambre, amargándote la existencia para poderte meter en un vestido de la talla 38.

Con el cuento de "La buena hija", experimentas esa sensación de “que hice yo para merecer esto”, esa idea de la cual te roban la vida mientras otros la viven por ti, tú sacrificas gran parte de ti o casi todo de tu persona, para descubrir un buen día que solo tienes un rincón minúsculo donde acomodas toda tu existencia, las situaciones de la vida son duras nadie la tiene de color de rosa, por más que se quiera hay que afrontar lo que te toca vivir, en esas ocasiones te sientes atrapada, furiosa y al final dejas todo de lado y la indiferencia llega o la rebeldía, quién no desea cambiar dejar la tiranía del destino en el cual vives y escapar para la libertad.

Una de las obsesiones de toda persona es la muerte, todos sentimos distintas formas hacía esa inminente verdad, ese fin que tarde o temprano nos atrapa, es un miedo inculcado, ya no es una victoria a una vida mejor como en nuestros ancestros no es una nueva vida, es la nada, y eso desgraciadamente da pavor. En "Bárbara contra la muerte" nos recuerda, que siempre va a estar caminando con nosotros siempre será esa sombra que nos acecha, pero hay que batallar contra ella y vivir por que da más miedo estar vivo y no sentirlo que saber que un día te vas y te pueden olvidar.

Recuerdo que al terminar este cuento, me fui a la cama con una sonrisa de mil diablos burbujeando por mi cuerpo, sentía la esperanza de un poco de esa historia para mí, algo no muy coherente pero nunca he dicho que yo lo fuera tanto, después de todo, los aires de levante se han de notar. Dos estereotipos de mujeres la bella que con un guiño de ojos y una voz sugerente lo consigue todo y la mujer como toda hija de vecina, es decir tal como cuando nos miramos al espejo y vemos nuestro reflejo “Modelos de mujer”. La inteligencia de por medio entre ambas pues no sería justo decir, que la guapa es “tonta” eso sería poner una etiqueta mal usada fuera de toda realidad y la menos hermosa “lista”. Un hombre ese continuo triangulo de poder y amor, esas desavenencias de quién puede más y la elección, ¿por que todo radica en lo que el hombre elija?, pero por esta vez te pones con el corazón a cien por hora por que ese hombre dibujado en palabras quiere y desea esa persona que tú ves cada día caminando por la calle, demostrando que en ocasiones no vale la belleza ni la inteligencia, simplemente ser una misma.

Me quedan dos cuentos o historias cortas como se las quiera decir junto con el prólogo pero esas, es mejor que cada una saqué sus propias conclusiones.

sábado, 19 de julio de 2008

Mi princesa Loleta

El día 16 nació mi Loleta.

Para nosotros los cumpleaños es una fiesta muy particular, este año por causas que no vienen a cuento, por mi dejadez y mi poca cabeza de pensar sólo en mí he olvidado llamarla.

Con mí Lola tengo una relación muy particular, en los momentos más importantes de esa personita de ojos como los gatos, estoy o intento estar en ellos, aún recuerdo cuando se presento a Miss y he de tener las fotos que sacó Camino su prima con mi cámara de fotos. Cuando pienso en viajar mis acompañantes siempre son mis sobrinas da igual cual sea, últimamente Lola es la que se quiere a puntar a todos, aún cuando son imaginarios por el momento y yo estoy encantada pues sé cuando voy a disfrutar del viaje y de ellas, le debo uno a mi sobrina Camino he ir con ella a Grecia, espero no tardar mucho sino es capaz de casarse y todo.

Sí, esto es una intentona de disculpa, por no llamarla por no estar atenta esta semana a los días especiales, y por no decirle lo que la quiero y cuanto me alegro de no sólo tenerla como sobrina sino de conocerla y que forme parte de mi vida, para mí mis sobrinas y mi rey son las piedras que forman los pilares de mi vida, cuando discuto y lo suelo hacer, cuando me da por estar todo el rato encima de ellos dándoles besos como si fueran aún mis bebés, y ellos responden con un gruñido, nunca me ven como tía mayor, siempre ha sido corta la diferencia de edad y soy para ellos más una amiga haciendo carantoñas; he estado recordando un poema de pequeña que trata de tres princesas, posiblemente un mensaje subliminal para mi recuerdo no captado.

Busco desesperadamente el poema de mi niñez, ni en este mundo de Internet lo encuentro, en cambió encontré este de Gerardo Diego, no es el que yo deseaba pero con esto espero hacerme perdonar y que recuerde como le leía los poemas de Bécquer para engatusarla en la lectura también recordarle un poco las sesiones con todos tirados en la cama leyendo cada uno una página de la Historia Interminable, por que el mundo de las hadas, de la imaginación no se ha de perder aún cuando pasen estaciones por nuestra vida.
LAS TRES HERMANAS
Estabais las tres hermanas,
las tres de todos los cuentos,
las tres en el mirador
tejiendo encajes y sueños.
Y yo pasé por la calle
y miré... Mis pasos secos
resonaron olvidados
en el vesperal silencio.
La mayor miró curiosa,
y la mediana riendo
me miró y te dijo algo...
Tú bordabas en silencio,
como si no te importase,
como si te diese miedo.
Y después te levantaste
y me dijiste un secreto
en una larga mirada,
larga, larga... Los reflejos
en las vidrieras borrosas
desdibujaban tu esbelto
perfil. Era tu figura
la flor de un nimbo de ensueño.
... Tres erais, tres, las hermanas
como en los libros de cuento.

sábado, 12 de julio de 2008

Recuerdos: la habitación de las niñas

Hoy me apetece escribir sobre una sensación del recuerdo, hace apenas minutos he colgado el teléfono, hemos estado mi hermana Chio y yo hablando un ratito, al volver a la mesa del ordenador he tenido ese flash del pasado.

Antes las diferencias de edad con mis hermanas eran muy agudizadas sobre todo cuando ellas estaban en plena adolescencia y yo estaba en el carrito, también es cierto que me llevaban con carrito y todo en todas sus fechorías.

Ahora yo estoy separada de ellas, vivo en otra ciudad y ellas apenas están distanciadas por seis kilómetros, recurrimos al ordenador y las llamadas para estar en contacto, las fechas como los cumpleaños que durante años han sido sagradas y otros días especiales para nuestra familia.

Mi recuerdo va dirigido hacía una habitación, de paredes rosa y muebles verdes chichón, un gran armario, buró repleto de cajitas y muñecas de porcelana. Cuando era pequeña entre nosotras coleccionábamos cajitas de metal, las muñecas y arlequines de porcelana era algo sólo mío que mis hermanas me regalaban para hacer la colección propia, naturalmente teníamos otras cosas como los comics un día contaré sobre ellos. La habitación tenía una ventana grande con rejas cortas para que no cayéramos por ella, dos camas una enfrente de la otra, repisas repletas de pequeños adornos, y posters uno especial de mi hermana Ro de Elvis Presley otro de Chio de Lauren Bacall con Bogart el mío era de Marilyn Monroe y por último uno central de todas de Charles Chaplin con la leyenda “Se tú, e intenta ser feliz, pero ante todo se tú”. Una mesita pequeña que se usaba para poner la lámpara de noche, mi hermana Ro la había encontrado en un contenedor la restauró y pintó para darle un nuevo uso y una jarra de metal preciosa, que también fue restaurada, percheros con sombreros londinenses, pañuelos de Ámsterdam o Berlín entre todas esas cosas y las cuatro paredes estaba nuestro mundo.

A nuestra habitación siempre se le ha dicho el cuarto de las niñas, y nosotras lo usábamos no solo para dormir, para confeccionar ropa nueva, una falda vaquera con un triangulo fue todo un quebradero de cabeza, al final yo di con la forma de lograr el modelo, hacer muñecas de trapo, reuniones con amigas y el café, discusiones con los novios, llantos, sueños, lecturas, música, era nuestro santuario; puedo usar esa palabra para describirlo pues en la noche nos sentamos en las camas y las charlas se podían alargar hasta la mañana, no había tema que fuera tabú para nosotras, de vez en cuando mi padre o mi madre aparecía en las horas mas introspectivas, “niñas callaros un rato que no dejáis dormir” inclusive mis hermanos nos gritaban “¡callaros ya!”. Nosotras nunca hacíamos caso hasta que el sueño nos vencía, la luz nunca se apagaba, no puedo decir si era por mí que me diera miedo a la oscuridad o por las tres en general que nos daba seguridad, yo me agarraba fuerte a mi hermana ya que compartíamos cama y me encontraba a salvo.

Antes que ellas dos se despertaran me levantaba y entre las dos camas, me preparaba para mi sueño de la niñez, hacía en mi bloc diseños de ropa, pantalones, trajes, faldas todo lo que con mi imaginación podría hacer con unos trozos de tela, en otro color verdoso mis cuentos luego guardaba ese bloc de anillas con negro con un arlequín y el verde aguado, las despertaba y nos íbamos a la cocina donde mi madre y mi abuela nos esperaba con el te y café sin olvidar el pan frito, ese pan solo lo desayunábamos los domingos junto con mi padre, en la salita él nos contaba la historia de nuestra familia y nosotras le relatábamos nuestros sueños y triunfos.

Cuando en estos momentos alguna de ellas vuelve a Sevilla, volvemos a pasar esas noches tal como antaño, las horas pasan y nuestras gargantas se quedan secas, entre la charla, las risas y las lágrimas por los que nos faltan.

Sueños

Cuando dormimos, nuestro subconsciente nos lleva por caminos insospechados, muchas veces, nos dibuja aquello que nos inquieta, lo ansiado o incluso en un colach todo lo visionado por nosotros en la televisión o el cine, otras veces nos ofrece pesadillas ya sean en technicolor o blanco y negro, los sueños comunes de volar, saber hacer cualquier cosa aún cuando en la vida real no las sepas, animales, huidas, búsquedas y un largo etc., analizarlo es una ardua tarea, puedes comprar un libro relacionado con ello o mirar por las centenares de páginas Web, o dejar los sueños como tales y no cuestionar el tema.

Lo inquietante es cuando en la gran mayoría de los sueños, recibes la presencia de una persona determinada, en todas las formas posibles del gran abanico de ellos. Es un fantasma tal como Canterville con sus cadenas atadas a uno mismo, este no tiene la imagen del fantasma desdichado es esa existencia a la cual intentas olvidar y piensas que es posible, pero no es cierto. Yo siempre digo de él “cuando creo que te he olvidado y arrancado llegas tú y apareces en mis sueños”, una obsesión o una cuestión de la vida inacabada, mi anhelo más profundo, ¿cuál es la respuesta? Quizás simplemente sea el cansancio del cuerpo y un desquite del pensamiento.

Se dice que lo bueno de la vida es soñar, por que lo mejor de ello es que los sueños son eso sueños…

Pies doloridos


Nos gusta mucho traerte y llevarte, sostenerte para hacerte feliz, ese es el cometido de nuestra vida.
Pero preciosa mía, nos tienes agotados, unas vacaciones no nos vendría mal, un poco más de cama sería la gloria, menos cremas y potingues nos ayudaría también, pero sobre todo el que nos mimaras un poco más. Nosotros ya te valoramos con todo el peso de tu persona, recuerda debe ser algo mutuo.

miércoles, 2 de julio de 2008

Lecturas para el verano

Es hora de ponerme ya el ventilador, reviso mi lista de libros del verano, para ver con cuál libro continuo una vez terminado “Tenías que ser tú” de SEP, regalo de mi amiga Circe con dedicatoria como mandan los buenos presentes; tengo una buena lista, seis románticos y otros seis de géneros variados entre ellos clásicos de toda la vida.

Para leer los románticos, he de tirar de la mochila de mis amigas y familiares, esto no es ser gorrona como mucha gente pensará, más bien escasez de recursos en el bolsillo sin cuestionar tanta editorial nueva con tan amplia variedad de oferta por el “bum” mediático, que esta teniendo este género literario, hablamos de uno de los más vendido, aunque a muchos les pueda parecer mentira.

En lo referente a las demás lecturas algo parecido pasa exceptuando los comprados en el Círculo de los cuales me voy aprovisionando durante todo el año, con las dudas de que pedir, leo cuando tengo vacaciones y he de ir dejando cuando mis días ya son para otros menesteres, mi prima Macu me habló hace meses de un libro en particular, dejado dicho sea de paso por otra amiga “El niño con el pijama de rayas”.
De esta manera se va constituyendo mi mochila literaria para el verano, me puedo ir dejando algunos por falta de memoria, para no variar de criterio con el libro de “Rebeca” estoy en la tesitura de tener que comenzarlo otra vez desde el principio no sé donde deje el apunte de la página. Junto a mí tengo el último libro comprado en la librería, “Señora o Señorita” de Wilkie Collins no hay verano sin este autor, como tampoco sin Foster manías que tiene una. No me canso de mirar la portada de Collins es encantadora, tengo ganas de comenzar mas me retengo primero mi SEP, luego ya veré cual me susurra para leerlo. Estos son los libros esperando alguno no me ha llegado aún, estar sin agente de Círculo me mata, nunca se que mes he de tener el libro y así estoy desde Navidad, no todo es negativo me gusta comprar por Web, y francamente en su página se encuentran libros que luego no veo en la revista.

Los otros días navegando por este mundo de Internet fui a un blog de los que habitualmente miro por las críticas que hacen de los libros, me encontré con una portada que te llama “Sauce ciego, mujer dormida”, comencé a leer sin conocer al autor de dicho libro y para mi sorpresa era de cuentos, adoro los libros de cuentos, para mi es como comprar un ramo de flores para la mesa del ordenador, cada flor tiene un algo especial una tonalidad diferente inclusive la intensidad del olor, fue mi descubrimiento a Murakami muchos lo conocerán por “Tokio Blues”. Derecha como una flecha me fui a ver si estaba por esa página, le habían puesto otra portada más simple minimalista me dejo pensando que belleza, sé muy bien que ese trozo de cartón con una foto no vale nada si dentro de las páginas no hay una buena historia, pero ayuda en algunas ocasiones a captar al lector, así pues la duda estaba de nuevo en mí, Sauce o “Kafka en la orilla”. Si me llega sería una gozada pero como con la lectura no juego, agrego en la lista a una de las escritoras españolas que me tienen enganchada Almudena Grandes.

El secreto de la noche - Jezz Burning
A través del tiempo - Pilar Cabero
El legado - Colleen Gleason
Ángeles caídos – Nora Roberts
Kenyon
Gibson
Señora o señorita – Wilkie Collins
Camila Läckberg
El niño con el pijama de rayas – John Boyne
Lo opuesto al amor – Julie Buxbaum
Kafka en la orilla - Murakami
Rebeca – Daphne du Maurier
Modelos de mujer – Almudena Grandes

martes, 1 de julio de 2008

Variado de pescadito frito

Hoy en ese momento en el cual nos despertamos y seguimos un poco somnolientos, ráfagas de ideas pasaban por la mente, lo curioso no es esto naturalmente, sí el que todas tuvieran un título de comida, “tapitas”, “velitas de Loleta”, “huevos estrellados”, “entremeses taurinos”, “cola de…” No hay nada más desagradecido para el alma que una dieta, heme aquí muerta de hambre las consecuencias son estas, como buena cocinera he de desarrollarlas y en ello estoy mientras la nicotina entra en vena junto con la cafeína.

Tapitas un poquito de azafrán, naranja, algo de azahar, curry muy suave unas gotitas de miel, cordero tierno; extraña mezcla para todas esas cosas calladas durante este mes pasado, motores potentes corriendo, Rossi es líder, Stoner que despierta, cabeza de serie va perdiendo el cuello. Noche mágica, solsticio de verano, tres noches, solo una con nombre para todos, San Juan, el gran aquelarre pagano se cierna en las playas, pueblos, barrios, fuego, agua, deseos, conjuros y sexo.
Velitas de Loleta, lombarda, pescado blanco, aceite, jengibre, dátil, guindilla, pimienta ajo y ciruelas; los hechizos se extienden, cerillas, peticiones, llamas, deseos, fe y cariño, la suerte es llamada en su misma puerta, para dejar que entren los invitados, velas encendidas, murmullos de un ser amado para traerte los sueños cumplidos.
Huevos estrellados, huevas de esturión, crema de pepinillo, cebolla, gotas de limón, pan caliente y vodka; mareas altas, aroma salado, arena, roce húmedo que no tendré, ganas de viajar estando anclada, música medieval sonando en los jardines, brisa de un después.
Entremeses taurinos, pasta fresca, hojas de espinacas, piñones, vino de módena, canónigos, rúcula, zumo de naranja, nueces y pasas; entrevistas con 43 grados, taxis deambulando por la ciudad, con ganas de apaciguar el calor, risas y picaresca del hombre que desea, caricias, zalamería gitana.
Cola de… espera otra vez, querer leer dos libros a la vez, desear poder ir a comprar y embriagarme con palabras.

Luego dicen que no somos sacrificadas yo hablando de comida haciéndome el estómago cantes por alegrías, y en la cocina me espera lechuguita con tomate, para bailar por bulerías.

viernes, 27 de junio de 2008

Rostro pálido

Mayka siempre me lo dice, es un tostón prepararse cada mañana para ir al trabajo pensar que ropa te has de poner, complementos que utilizar en la semana y nadie vea un repetido en ti, eso sin contar con ir a la peluquería cada semana. Cuando vas de compras fijarte en que perfume te vale y cual no, en la colonia, maquillaje, todo. Es para un escaparate por que en definitiva tú representas a la empresa y debes dar lo mejor de ti.

Luego llegas agotada y vas a quitarte la máscara de potingues, ¡oh sorpresa no tienes crema hidratante ni algodón! Estas cosas tan intimas no se las puedes pedir a la vecina que tan buenamente te deja un poco de sal o azúcar.

Yo suelo quedarme mirando su rostro, me pregunto si de verdad va maquillada, reviso su ropa siempre al final me da pena mirarme. Suelo ir con todo el desastre de los huracanes, maquillarme eso me quita tiempo y además que diablos quién me va a mirar tanto la cara y la ropa, bien arregladita pero cómoda nada de tacones, o zapatos de puntera, vamos normal creo.

Es aquí cuando llega el problema, voy a una página de cosmético y no tengo ni idea de que es una base de maquillaje, tampoco puedo adivinar cual es el beneficio de una barra de labios de vitamina “k” o “b”. Tantas cosas se necesitan para estar a la altura del buen nombre de la empresa, el sueldo se va en dar ejemplo, por lo pronto deberías de tener una pequeña zapatería, y un ropero lleno de ropa para el trabajo, eso quiere decir que por cada día varias prendas y así sumando las semanas y los meses, lo dicho el sueldo en ser esa adorada maniquí detrás del cristal.

Hoy me toca a mi salir corriendo por un calzado apropiado para la falda con un color sin definir muy bien, buscar unos complementos, y marearme en la tienda sin saber que comprar de pinturas para volver a ser la india Siux de antes.
He reconocer que no hay nada como ser un rostro pálido.

miércoles, 25 de junio de 2008

Victoria

Ayer conseguí mi meta que durante dos años y medio me ha tenido consumida, es curioso pues después de tan ardua lucha el ganar debería de reconfortar, experimentar las burbujas por la sangre la euforia por la piel, en cambio yo no siento nada de ello, reviso mis sentimientos y solo encuentro vacío.
El desasosiego ayer controlado por la música de Lenny Kravitz con Are you Gonna go my way, pasa hoy siendo sometido por sus canciones menos guerreras, curiosamente es lo único que hace un poco de mella en mi, mientras mi mente intenta buscar una razón a lo ocurrido.

Debería marcar otro objetivo o es que después de una victoria ya no queda nada.

domingo, 22 de junio de 2008

El castillo de letras y palabras

Hace algunos años escribí este cuento, fue una respuesta dada por mí para otra persona, en un foro, naturalmente el nick usado era muy distinto a Kiantra, no volví a ese foro, hoy me gustaría compartir este cuento un tanto ingenuo o infantil aunque a mi me parece encantador.
El castillo de letras y palabras.
Hace muchos años en una remota comarca existía un castillo, el más bello por todos visto, formado por letras en oro las cuales a su vez formaban palabras hermosas para los oídos y la vista de los allí congregados.Todos tenían ese don dado por los hados de la expresión, y cada día era visitado por juglares, poetas y caminantes, admirados deslumbrados ante tanto esplendor. Más cuando el señor del castillo sentado en las alturas los miraba, siempre decía lo mismo.
– ¡No os comprendo, no sabéis expresaros!
Los juglares marchaban rompiendo sus instrumentos, poetas rompían sus escritos, y los caminantes cabizbajos movían la cabeza.
Y así pasaron los años, por sus puertas lágrimas caían de los pobres desgraciados, despreciados por el señor, esté que osadamente pensaba saberse sabio, y tener un don.
Una buena mañana un simple caminante llego ante él, con alma temblorosa no expuso un problema, ni una adivinanza, ni siquiera un poema, simplemente fue un dilema. El torrente de voz desde arriba volvió a brotar con mucha furia.
– ¡No os comprendo, no sabéis expresaros!
El caminante pensó en marchar, como tantos antes que él, con la mirada baja, en silencio, cuando un resplandor de un lugar vació lo desconcertó, volvió el rostro hasta el señor, con voz alta para hacerse escuchar pregunto.
– ¿Y vos mi señor a caso ya no sabéis lo que significa la palabra Humildad?
Las voces fueron callando lentamente, esperando el grito y la furia, todos miraban hacia las alturas, para acto seguido posar la mirada en el pobre caminante parado cerca de las puertas.
No hubo respuesta, de tantos años objetando lo mismo, desacreditando a los ilusionados, la palabra fue rota y olvidada, cayendo en los pozos del castillo.
Pues para aquel que no sepa de la palabra Humildad, cuando habla sólo habla para hacerse Notar.

domingo, 15 de junio de 2008

Naif Silvana Langlois

Hay muchas definiciones para el arte Naif, paseando por las Web’s encuentras una variedad asombrosa.
Prácticamente podría decir que para mí es algo desconocido, siempre lo he visto pero no me he acercado lo suficiente hasta hoy, de esas casualidades de la vida en un tema de un foro descubrí una artista y me quede pegada a la pantalla analizando y dejando que su obra me hablara con todo su frescor, acto seguido fui a buscar mucho más de ella y del movimiento en el cual crea.
Una de las peculiaridades del movimiento Naif es la idea de percibirlo, dando a sus obras calma y serenidad, en un mundo lleno de velocidad. Los artistas Naif huyen de la estructura académica o lo que muchos dicen como academicismo, son autodidactas en sus principios, buscaban lo simple, expresan con sinceridad el mundo que ven sin artificios y convencionalismos.
Sus características se aprecian en una falta de perspectiva, con unos contornos definidos, creando una sensación de volumen gracias a los colores utilizados, con detalles muy minuciosos de mucha expresividad, la frescura y la espontaneidad. En la pintura Naif el artista no quiere dejar un mensaje, muy al contrario desea contarnos una historia, la cual nos llegue con la misma sencillez en la que esta expresada.
El Movimiento Naif nace en Francia a principios del siglo XX su exponente más importante fue Henri Julien Félix Rousseau, que expone en Salon des Indépendants apoyado por pintores como Paul Gauguin en 1866.



Después de hacerme una idea del movimiento, me puse en contacto con la pintora Silvana Langlois, pues fue ella quién encendió en mí las ansias de conocimiento, primero para pedir el permiso de agregar a esta disertación mía alguna de sus obras, luego como una devoradora de la belleza, las gracias por hacerme sentir; en la noche mientras esperaba su contestación, les hablaba a mis amigas y les pasaba el link, a cada una de nosotras nos gustó diferentes obras, incluso Joana entendió el por que me apasionó desde el primer momento, debo aclarar que es mi alma gemela en arte. Tal como le dije a Silvana es una pena no estar cerca, me encantaría poder colgar en mi casa una de sus obras y desde aquí agradecerle de nuevo el permiso para poder compartir sus cuadros con esta loca del arte. Quién la quiera conocer en profundidad os agrego la dirección de su Web y con toda sinceridad espero que os atrape tanto como a mi.

Las obras son Mundo Otoñal, Acrílico y Tradición en tinajas. Para conocer a la autora y ver toda su obra.

http://www.silvanalanglois.com.ar/

miércoles, 11 de junio de 2008

Cabecita loca

Lo cierto es que yo no soy tan precavida como mi hermana, siempre lleva una o dos libretitas en el bolso y con mucha diligencia va anotando en ella todo lo interesante o lista de la compra.
En un principio yo le decía que era una perdida de tiempo, pero al final claudique en sus modos, por mucho tiempo he llevado dos libretas de bolsillo en mi bolso, dónde apuntaba de todo con el tiempo sin saber por que dejé de hacerlo, y claro aquí comienza mis dolores de cabeza.

En vez de recoger la información de forma lógica me dedico a poner papelitos, todos me valen sobres no usados, cartas antiguas, servilletas, hojas de bloc, post it, no tengo lugar fijo para guardarlos los voy dejando por toda la casa, sin un lugar concreto donde luego pueda ir a mirar cuando lo necesite, para qué tener una cajita de cartón o un simple cajón, no, eso sería tener un orden y por lo visto es algo sin encajar en mi persona. A mí me gusta la perdida de cualquier dato, volverme loca buscando para luego darme cuenta lo imposible que es; hace muchos años un amigo me regalo una estrella de caos, ¡tan evidente fui para él!; yo lo llamaría poéticamente un desorden ordenado, esto sin duda alguna sería mentir como una loca, orden no tengo si fuera así hallaría.

No tengo la sensatez de apuntar los números de teléfonos en mi agenda como es lo normal, ni guardarlos en el móvil, he de pintarme la cara de ese tinte enrojecido y admitir a mi amiga R, la razón real del por que no suena un “ring” en su casa sonando mi voz detrás.
Por mucho instalar una agenda para el ordenador, tampoco me lleva a una mejora ¡nunca recuerdo pinchar en su bonito icono y abrirla!, hoy me he dado cuenta además de la perdida de las notas, ya son los CD de música, abro la cajita mona en la cual debería de estar y nada, reviso por mi mesa y se lo ha llevado el duende.

Quisiera tener un poco de agüita en mi sentido ocular, enrabiarme o sentirme dolida conmigo misma, en cambio me enciendo un cigarro, encogiendo los hombros “ya lo encontraré” dice la voz esa chiquita dentro de mi, ahora es tiempo de pensar en comprarte una PDA.
Veamos con mi poca cabeza, y hay quién dice que “cualquier día la dejo olvidada” esa agenda electrónica debe pesar en el bolso, eso es un sentido de carga en mi hombro, la cuestión es no sacarla pues entonces lo más seguro es que la pierda en cualquier lugar, olvidada como si no fuera mía, pero si no la saco para apuntar cuál es el sentido de la compra.

domingo, 8 de junio de 2008

El caló llama a la puerta

Sin duda ya ha llegado el calor en esta tierra de Sevilla. Y no es simplemente la fecha en un calendario ni que digan en el telediario las temperaturas. No, es mucho más sencillo que todo eso, no puedo dormir y no por el insomnio, es no poder aguantar las sábanas pegas al cuerpo, removerte en la cama como si las pesadillas pasaran por el insospechado sueño, fugaz en donde te desvelas cien veces para ver si el balcón se ha cerrado por una brisa que no llega.
El cuerpo tarda en acostumbrarse de nuevo al sol y sus grados, resintiéndose cada año, me pregunto cuando llegue de verdad esos quince días en los que el respirar cuesta, donde las calles en el día aparecen solitarias, solas sin apenas personas exceptuando un visitante un algo extraviado, si podré alcanzar los brazos de Morfeo. Sonrío para mis adentros algo nada difícil de hacer esbozando una sonrisa socarrona en mi rostro, esas noches estaré como fantasma en pena.
Llegarán los comentarios, “hace mucho calor, más que el otro verano” como si fuera posible recordar por la piel los bochornos pasados, o aquellos cuando nos increpan “en Sevilla en Agosto no se puede vivir” no es necesario decir la edad ¿verdad? Para atestiguar de tal dicho una falacia.
Quejas, solo son pequeños murmullos, pues la verdad las noches de la estación veraniega son de las mejores, una ciudad que bulle por la noche hasta la mañana, comienzan las veladas de los barrios, los conciertos en los jardines, los bares abiertos en los parques, el ir y venir por la orilla del río, mí río.